En medio de una creciente tensión en el Medio Oriente, Irán se encuentra en una delicada situación: prepara sus fuerzas para un conflicto con Israel, pero al mismo tiempo, intenta evitarlo.
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Un misil 'Fattah' se exhibe durante el desfile militar anual que conmemora el aniversario del estallido de la guerra de Irán (1980-1988) contra el Iraq de Saddam Hussein, en Teherán, el 21 de septiembre de 2024. (Atta Kenare/AFP)
Así lo revela un informe publicado por el New York Times, que llega en un momento en el que la República Islámica espera una respuesta de Israel tras su reciente ataque con misiles.
El informe, basado en declaraciones de cuatro funcionarios iraníes, detalla que el líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei, ha ordenado a las fuerzas armadas de Irán que se alisten para la guerra, pero también que busquen mantener la calma. Según estas fuentes, las fuerzas iraníes han elaborado varios planes para enfrentar una posible represalia israelí, aunque se advierte que la respuesta iraní será medida.
Los funcionarios iraníes, dos de los cuales pertenecen al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, señalan que la decisión de atacar dependerá del nivel de daño que provoque la ofensiva israelí. Si Israel se limita a golpear instalaciones militares o depósitos de armas, la respuesta de Irán podría ser contenida. Sin embargo, advierten que cualquier ataque a sitios petroleros, instalaciones nucleares o altos funcionarios iraníes podría desencadenar una represalia devastadora.
Entre las opciones de respuesta, Irán baraja la posibilidad de lanzar hasta 1.000 misiles balísticos o cortar el suministro de energía en la región, lo que pondría en jaque la estabilidad del área. La situación sigue siendo incierta, y el temor a una escalada en el conflicto persiste, mientras ambos países se preparan para lo que podría ser un enfrentamiento sin precedentes.
El delicado equilibrio entre preparación bélica y contención diplomática marca un punto de tensión crucial en la relación entre Irán e Israel, que en los últimos años ha visto cómo las hostilidades crecen con mayor frecuencia y gravedad.