La tensión en Venezuela alcanzó su punto más álgido este viernes, cuando se espera que Nicolás Maduro y el opositor Edmundo González Urrutia se disputen el cargo presidencial en un escenario de profunda polarización política.
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Mientras el chavismo asegura que Maduro continuará como mandatario por seis años más, González Urrutia insiste en que es el legítimo ganador de las elecciones y promete asumir el liderazgo del país, a pesar de enfrentar una orden de captura.
El panorama es incierto y está marcado por movilizaciones convocadas por ambos bandos. Desde el oficialismo, Maduro llamó a sus seguidores a tomar las calles en Caracas y en regiones estratégicas como Zulia, Táchira, Apure y Amazonas, todas ellas fronterizas con Colombia. Según anunciaron Caryslia Rodríguez, presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, la juramentación de Maduro contará con el respaldo del Poder Judicial y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
Por otro lado, el opositor González Urrutia aseguró desde Santo Domingo, República Dominicana, que regresará a Venezuela para juramentar como jefe de Estado, respaldado por su partido y gran parte de la comunidad internacional. “Muy pronto nos veremos en Caracas y en libertad”, declaró en un mensaje que llamó a sus simpatizantes a manifestarse en Venezuela y en otros países. Según sus declaraciones, cuenta con “el 85% de las actas electorales” que probarían su victoria en los comicios del año pasado, los cuales denuncia como fraudulentos.
La situación plantea un desafío logístico y político de gran magnitud. Pablo Andrés Quintero, consultor político y experto en comunicación, opinó en diálogo con France 24 que será “complicado desafiar al Estado y al alto mando militar, que ha demostrado lealtad a Maduro”. Según Quintero, la distancia entre la retórica y la realidad es enorme en un contexto tan complejo.
En la misma línea, el periodista y ex diputado venezolano Vladimir Villegas afirmó que “hay muy pocas probabilidades de que ocurra la toma de posesión de González Urrutia. Una cosa es el deseo y otra, la realidad”.
Mientras tanto, la oposición liderada por Corina Machado continúa llamando a los venezolanos a movilizarse, buscando mantener la presión tanto en las calles como en el ámbito internacional. Sin embargo, el escenario parece inclinarse a favor del chavismo, que no solo controla las instituciones del Estado, sino que también cuenta con el apoyo de las fuerzas armadas.
A medida que se acerca la hora de las juramentaciones, Venezuela permanece en vilo, atrapada entre la incertidumbre y el deseo de cambio de una parte importante de su población. La jornada de hoy será clave para definir el rumbo del país, aunque, como señalan los expertos, la realidad puede distar mucho de las expectativas que cada bando ha puesto sobre la mesa.