La conmoción en Entre Ríos es palpable tras la muerte del juez federal Pablo Seró, ocurrida ayer en la ciudad de Concepción del Uruguay.



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Según el resultado preliminar de la autopsia, llevado a cabo en el hospital Justo José de Urquiza, la causa del fallecimiento fue un trauma cerrado de cráneo y lesiones abdominales graves, consecuencia de una caída al vacío desde un edificio.
La investigación, que quedó a cargo de la fiscal María Occhi, sigue múltiples líneas de trabajo, aunque la principal hipótesis es que el magistrado se quitó la vida.

Detalles de la investigación
El trágico suceso tuvo lugar en un edificio ubicado en la intersección de las calles Galarza y Eva Perón. Según los primeros testimonios, Seró habría llegado al lugar, habló brevemente con el portero y solicitó acceso a la terraza, desde donde los investigadores creen que se arrojó.
Personal de la División Criminalística de la Policía de Entre Ríos trabajó intensamente en la escena, recopilando pruebas y declaraciones de testigos. Por el momento, no se han encontrado indicios de que otra persona estuviera involucrada en el hecho.

Horas previas al trágico desenlace
El juez había tenido una jornada aparentemente normal. Durante la mañana del jueves, estuvo en su despacho y participó de una audiencia en el Juzgado Federal. Sin embargo, allegados al magistrado mencionaron que Seró atravesaba un cuadro severo de depresión, un elemento clave que refuerza la teoría de un suicidio.
Un episodio que sacude a la Justicia
La figura de Pablo Seró era ampliamente reconocida en el ámbito judicial de Entre Ríos. Su fallecimiento deja un vacío significativo y reaviva el debate sobre la importancia de la salud mental, particularmente en profesiones de alta exigencia.
La comunidad local y el entorno judicial esperan que la investigación arroje claridad sobre este trágico episodio, mientras el duelo colectivo por la pérdida del magistrado se hace sentir.