¡Che, mirá lo que pasó! La Ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, tiró la posta esta tarde de que Nahuel Agustín Gallo, el gendarme que se mandó a Venezuela y quedó en la mira del régimen de Nicolás Maduro, está encerrado en una base de Inteligencia en Táchira.
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“Nosotros sabemos dónde está, eh”, aseguró Bullrich en una radio, con toda la firmeza que la caracteriza. Y no se quedó ahí, porque también aclaró que “la Gendarmería acaba de hacer la denuncia penal por este secuestro”.
El asunto es que este gendarme, que se encontraba de vacaciones, decidió ir a visitar a su familia en Venezuela. Pero, en lugar de encontrárselos en un abrazo, terminó en una base de inteligencia de Táchira. La mamá de la novia de Gallo fue citada, pero por un tema de seguridad, ni se acercó.
Táchira, ojo, no es cualquier lugar; es una zona bien movida de la frontera entre Colombia y Venezuela, a más de 650 kilómetros de la capital caraqueña.
Gallo, un pibe que además de ser gendarme es un apasionado de los viajes y la fotografía, había puesto rumbo a Caracas para ver a su esposa María Gómez y a su hijo de dos añitos. La idea era tomar un vuelo desde Táchira, pero la cosa no salió como esperaba.
Este gendarme, que también es fanático del running y del trekking, ahora está incomunicado. Desde que lo agarraron la semana pasada en una camioneta sin identificación, sus amigos y familiares están desesperados por saber de él.
Así que, acá estamos, esperando que esta situación se resuelva y que el gendarme pueda volver a su vida normal, con sus pasiones y su familia.