La muerte de Jesús Daniel Traico, un joven de 24 años, en un atropello ocurrido durante la madrugada del miércoles en la colectora de la avenida Quaranta y calle 63, desató una ola de violencia dentro de la comunidad gitana.
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En represalia, dos viviendas fueron incendiadas y la tensión no deja de escalar en distintos puntos de la ciudad.
En medio de los diversos operativos policiales desplegados para dar con el conductor involucrado, los investigadores hallaron el vehículo presuntamente utilizado en el hecho. Se trata de un Peugeot 408 gris, encontrado abandonado en las calles Atlántico Sur y 44, dentro de la jurisdicción de la seccional correspondiente.
Mientras tanto, la búsqueda del implicado continúa. Según fuentes de la investigación, el conductor sería hijo de un reconocido referente de la comunidad gitana en la ciudad, lo que agrava aún más el conflicto. Por ahora, las autoridades mantienen distintos puntos de vigilancia en sectores donde podría estar escondido.
De acuerdo con los testimonios de allegados a la víctima, Traico se encontraba caminando por la zona cuando el Peugeot ingresó en contramano y lo embistió de manera directa. La principal hipótesis que maneja la Policía es que el hecho podría haber sido intencional, lo que ha avivado la tensión entre los familiares de la víctima y los del conductor.
Bomberos y patrullas policiales intervinieron en los incendios registrados en Quaranta y Perito Moreno, pero la violencia no se detiene. Otra familia gitana, residente sobre la avenida Francisco de Haro, denunció haber recibido amenazas en las últimas horas, lo que aumenta el temor de nuevos enfrentamientos.
Mientras la comunidad gitana se divide entre reclamos de justicia y represalias, las autoridades intentan contener la escalada de violencia. Sin embargo, la incertidumbre y el miedo siguen latentes en la ciudad.