Con el triunfo de Vélez y su coronación en la Liga Profesional, el destino de River y Boca en la Copa Libertadores 2025 ya está más que claro, pero no de la misma manera para ambos.
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El Millonario se aseguró su lugar en la fase de grupos, mientras que el Xeneize tendrá que empezar desde el repechaje, lo cual implica un camino más tortuoso.
Boca tendrá que meterse el overol y trabajar duro desde la segunda etapa de la fase previa para llegar a la fase de grupos. Esto se debe a que Vélez, al ser campeón en Liniers, se ganó a pulso su pase directo a la fase de grupos, dejando a Boca con la tarea de superar dos series a doble partido para llegar a la mesa de los grandes.
River, por su parte, se da el lujo de ser cabeza de serie y ya tiene su lugar asegurado en el cuadro principal de los 32 equipos, cerrando así un año con más luces que sombras después de un ciclo lleno de altibajos y esa reciente derrota ante Racing.
El Xeneize, con la ventaja de definir las llaves como local por su posición en el ranking de la Conmebol, no la tendrá fácil. Entre los posibles rivales, se barajan nombres como el Corinthians de Ramón Díaz, equipos que juegan en la altura de Bolivia o largos desplazamientos a Venezuela, Colombia o Ecuador. Pero, ojo, que el antecedente de Botafogo, que salió campeón en 2024 tras empezar desde el repechaje, da esperanzas.
Sin embargo, meterse en el repechaje es una lotería donde un mal sorteo o una noche desafortunada pueden dejar a Boca sin ninguna competencia internacional en el 2025. Aunque la fase 3 ofrece un consuelo, ya que los que no logren pasar a grupos podrán ir a la Copa Sudamericana.
River, con la tranquilidad de estar en la fase de grupos y como cabeza de serie, suma su nombre a la lista de representantes argentinos en la máxima competencia sudamericana junto a Racing, Vélez, Estudiantes, Central Córdoba, Talleres y, claro, Boca, que tendrá que remar desde más atrás para llegar a la gloria continental.