En un giro inesperado, las acciones tecnológicas globales se desplomaron en los últimos días debido al impacto del lanzamiento de un modelo chino de inteligencia artificial (IA) de bajo costo.



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Este sacudón, que ya lleva dos jornadas, puso en jaque las altísimas valuaciones de gigantes del sector y cuestionó su hegemonía en la industria.
El lunes, Nvidia, líder indiscutido en el mercado de chips para IA, sufrió un descalabro histórico: sus acciones cayeron un 17%, lo que representó una pérdida de 593 mil millones de dólares en valor de mercado, un récord negativo sin precedentes. Este cimbronazo también arrastró a otras empresas tecnológicas estadounidenses, provocando una caída generalizada en los mercados.
El martes, aunque Nvidia recuperó un 6% en la bolsa de Frankfurt, otras tecnológicas no tuvieron la misma suerte. Mientras en Europa las acciones del sector mostraban debilidad, el rebote fue limitado.
El epicentro: DeepSeek y su modelo disruptivo
El desencadenante de esta turbulencia fue el lanzamiento de un asistente de IA gratuito por parte de la empresa china DeepSeek. Según la startup, este modelo requiere menos datos y opera a una fracción del costo de los servicios existentes. Aunque las afirmaciones de la compañía han sido recibidas con cierto escepticismo, el revuelo generado es innegable.
Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, reconoció el avance como “impresionante”, mientras que Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, calificó el desarrollo como “una llamada de atención para nuestras industrias”.
La irrupción de DeepSeek reconfiguró el panorama, desafiando la percepción de que China estaba rezagada frente a Estados Unidos en esta carrera tecnológica.
Un efecto dominó mundial
El impacto se sintió en todo el mundo, desde Tokio hasta Silicon Valley. En Japón, gigantes como Advantest y SoftBank Group sufrieron pérdidas significativas en sus valores bursátiles. En Europa, empresas como ASML y Schneider Electric también vieron mermar sus acciones.
En Estados Unidos, el lunes fue un día negro para Broadcom, Microsoft y Alphabet (la matriz de Google), con caídas que reflejan el nerviosismo del mercado frente a esta nueva competencia.
La fragilidad de la burbuja tecnológica
El episodio expuso los riesgos de las altísimas valuaciones que han sostenido a las tecnológicas durante el boom de la IA. Empresas como Nvidia cotizaban hasta 60 veces su valor en ganancias, una cifra exorbitante frente al promedio del S&P 500.
“El problema es que estas valuaciones no dejan margen de error”, advirtió David Bahnsen, de The Bahnsen Group. La concentración de estas acciones en las carteras de los inversores y su peso en los índices amplifica el impacto de cualquier caída.
Desde el auge de la IA impulsado por ChatGPT en noviembre de 2022, las acciones tecnológicas habían visto un incremento de 10 billones de dólares en su valor de mercado. Pero la irrupción de DeepSeek amenaza con desinflar esta burbuja.
Robots y apalancamiento, un cóctel explosivo
Los movimientos del lunes también fueron exacerbados por algoritmos de trading y el apalancamiento acumulado en el sistema financiero. Según Rob Almeida, estratega de MFS International, las ventas masivas de activos podrían haber sido impulsadas por estas dinámicas automáticas.
“Cuando hay días como este, lo que ocurre tras bastidores puede intensificar el colapso. Es un sistema frágil donde demasiados factores confluyen al mismo tiempo”, señaló.
El futuro: calmar las aguas
Con gigantes como Apple y Microsoft a punto de presentar resultados esta semana, la atención estará puesta en sus estrategias para responder a esta nueva realidad. En un mercado que parece haberse vuelto demasiado dependiente del optimismo en torno a la IA, los inversores esperan señales claras de cómo manejarán los desafíos que plantea DeepSeek y su modelo disruptivo.
La pregunta que queda flotando en el aire es si esta caída será solo un traspié temporal o el inicio de un ajuste más profundo en el sector tecnológico global.