Aunque no lo creas, muchos problemas de internet en casa no se deben al proveedor, sino a un ajuste oculto que viene activado por defecto.



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¿Te pasa que el wifi anda lento, se corta o simplemente no rinde como debería? Antes de que empieces a putear a la empresa de internet o pensar en cambiar de plan, hay un detalle que pocos conocen y que podría estar frenando toda la conexión de tu casa: un protocolo viejo que sigue activo en muchos routers sin que nadie se dé cuenta.
El culpable oculto: compatibilidad con wifi antiguo
Resulta que la mayoría de los routers modernos vienen con un ajuste activado por defecto que mantiene compatibilidad con estándares viejos de wifi, como el 802.11b/g, que aparecieron hace más de 20 años. Sí, ¡dos décadas atrás!
Esto se hace “por si acaso” hay algún aparato viejo en casa que lo necesite… pero la verdad es que hoy en día casi nadie usa dispositivos tan antiguos, y esa función solo trae problemas.
¿Qué pasa si lo dejás activado?
Cuando el router tiene activa la compatibilidad con esos protocolos antiguos, se ve obligado a transmitir parte de la señal a la velocidad mínima, como si estuviésemos en el año 2001. Y eso ralentiza toda la red, sin importar que tengas un celular de última generación con wifi 6.
El efecto se nota sobre todo en la banda de 2.4GHz, que es la que más se usa en casas con muchos dispositivos conectados: celulares viejos, impresoras, equipos de domótica y más. Esa banda, además, es la más sensible a interferencias, así que cualquier traba técnica se nota fuerte.
Cómo arreglarlo: paso a paso para mejorar tu conexión
Por suerte, desactivar esa función es fácil. Acá te dejamos una guía para que lo hagas en menos de cinco minutos:
- Abrí el navegador (en el celu o en la compu) y escribí en la barra:
192.168.1.1
o192.168.0.1
(varía según el modelo del router). - Iniciá sesión con tu usuario y contraseña. Si nunca los cambiaste, seguramente están escritos en una etiqueta abajo del router.
- Buscá un apartado que diga “Wireless”, “Wifi” o “Red inalámbrica”.
- Dentro de la banda 2.4GHz, ubicá una opción que diga “Modos compatibles” o “Estándares wifi”.
- Cambiá la configuración para que solo quede activo wifi 4 (802.11n) en adelante.
- Desactivá cualquier mención a 802.11b o 802.11g.
- Guardá los cambios y reiniciá el router.
¡Listo! Con ese simple ajuste, deberías notar una mejora significativa en la velocidad y estabilidad del wifi en tu casa.
📲 Tip extra: Aprovechá para revisar si tenés otros dispositivos conectados innecesariamente o si alguien está usando tu red sin permiso. A veces el problema no es técnico… ¡es humano!
¿Probaste este truco? Contanos en los comentarios si te funcionó y compartilo con quienes viven renegando con el wifi. A veces, la solución está más cerca de lo que pensamos.