El jueves a la tarde, la Cámara Alta se puso de pie y, con un voto contundente, expulsó al senador entrerriano Edgardo Kueider, que se encuentra detenido en Paraguay después de que le encontraran más de 200.000 dólares en su auto, sin declarar.



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El chabón, además, tiene otro pedido de detención por parte de la Justicia argentina por enriquecimiento ilícito.
La votación dio un resultado de 60 votos para sacarlo, 6 en contra y una abstención, lo que superó ampliamente los dos tercios necesarios para la remoción. Este quilombo comenzó con el pedido de expulsión que empujaron los K, liderados por José Mayans, que a la mañana no convencía a todos.
Los votos en contra fueron de cuatro senadores del PRO: Alfredo De Angeli, Carmen Álvarez Rivero, Andrea Cristina y Martín Goerling Lara, más Maximiliano Abad del mismo palo y Carlos Camau Espínola de Unidad Federal. Juan C. Romero de Salta prefirió no meterse y se abstuvo.
La jueza Sandra Arroyo Salgado tiró la bomba justo antes de que arrancara la sesión, y eso hizo que algunos senadores de los bloques aliados al Gobierno, que no estaban muy convencidos de votar la suspensión, se pusieran más duros.
La Libertad Avanza, el PRO y la UCR, con sus internas y todo, habían pensado en la suspensión como una solución intermedia, pero al final se sumaron a la expulsión. Los bloques de los gobernadores también tuvieron que replantearse la postura.
Discursos y posturas en el Senado
La cosa se puso picante con los discursos. La senadora del PRO, Guadalupe Tagliaferri, fue una de las primeras en alzar la voz. “Acá se están haciendo la rata con la política”, dijo, apuntando con todo al oficialismo y al kirchnerismo, y recordando el caso de José Alperovich, que se tomó una licencia por una acusación de violación.
Desde el radicalismo, Eduardo Vischi también se sumó al coro. “La sociedad ya lo condenó y eso marca a este Senado”, dijo, y se lamentó por no haber investigado más a fondo el caso Kueider antes de la decisión.
Luis Juez del PRO fue más contundente aún: “El honor se defiende, y la única sanción para Kueider es la expulsión”. Sostuvo que, aunque se tengan distintas visiones políticas, hay cosas que no se pueden pasar por alto.
José Mayans, líder del bloque peronista, cerró con ironía al citar a Milei sobre los supuestos sobornos: “Milei dijo que hubo coimas… y después de sacar la ley, comió un asado con los héroes”, apuntando directamente a Kueider.
Al final, la vicepresidenta Villarruel intentó colar un pedido para suspender a Oscar Parrilli por la causa del Memorándum con Irán, pero no hubo caso, no consiguieron los votos necesarios.
Así que, con Kueider fuera, la política sigue su curso, dejando a muchos pensando en cómo se manejan estos temas en el Senado argentino.