Nueva York vivió una noche de caos y violencia cuando un tiroteo masivo dejó a diez personas heridas frente al club nocturno Amazura, en el barrio de Queens.
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El ataque, ocurrido poco antes de las 23:20 del 1 de enero, generó alarma en una ciudad que ya procesaba otros incidentes graves registrados ese mismo día en Nueva Orleans y Las Vegas.
La fiesta que terminó en tragedia
El tiroteo tuvo lugar durante una fiesta privada organizada en memoria de un conocido pandillero de la zona, asesinado en octubre pasado. Según fuentes policiales, la reunión congregó a cerca de 80 personas en las inmediaciones del club, donde se desató la balacera.
Testigos relataron al diario AMNY que dos o tres hombres se acercaron caminando y abrieron fuego indiscriminadamente contra la multitud. En total, se dispararon unos 30 tiros antes de que los atacantes huyeran a pie y luego se subieran a un sedán claro con matrícula de otro estado.
Heridos, pero fuera de peligro
El saldo del ataque fue de seis mujeres y cuatro hombres heridos, todos trasladados a hospitales cercanos como el Hospital Judío de Long Island y el Centro Médico Infantil Cohen. Afortunadamente, ninguno de ellos se encuentra en estado crítico, y las autoridades esperan su pronta recuperación.
“Hay tolerancia cero para estos tiroteos sin sentido”, afirmó con firmeza el jefe de patrulla Philip Rivera en una conferencia de prensa la mañana siguiente.
Un nuevo capítulo de violencia
Aunque no se ha confirmado un motivo oficial, las primeras hipótesis apuntan a un ajuste de cuentas vinculado a pandillas locales. La investigación sigue su curso, y hasta el momento no hay sospechosos identificados ni arrestos relacionados con el caso.
A pesar del caos y la incertidumbre, el jefe Rivera descartó que el ataque tuviera vínculos con actos terroristas: “Esto no es terrorismo”, aseguró.
El incidente en Queens es un recordatorio inquietante de los desafíos de seguridad que enfrenta la ciudad en pleno inicio de 2025. Las autoridades trabajan contrarreloj para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.