En el marco del 47° aniversario de la creación de Abuelas de Plaza de Mayo, la ex presidenta Cristina Kirchner y el gobernador bonaerense Axel Kicillof protagonizaron un cruce cargado de tensión, marcado por la fría relación que mantienen debido a las internas en el peronismo.



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El esperado encuentro tuvo lugar en el Teatro Argentino de La Plata, donde ambos fueron ovacionados por el público al anunciarse su presencia, pero los gestos entre ellos evidenciaron el distanciamiento.
El momento más notorio de la jornada se dio al momento de la llegada de Cristina Kirchner, cuando saludó a Kicillof con notable frialdad. Durante el acto, ambos dirigentes se mantuvieron distantes, a pesar de los esfuerzos de Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, por generar algún acercamiento entre las dos figuras.
Ambos líderes, quienes ocupan roles clave dentro del peronismo, se ubicaron en la primera fila, con Carlotto separándolos físicamente. Junto a ellos también estuvieron Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, y Buscarita Roa, vicepresidenta de Abuelas, además de otras figuras como el senador Eduardo “Wado” de Pedro y el exsecretario de Derechos Humanos Horacio Pietragalla Corti.
Si bien no se esperaban discursos políticos, al finalizar el acto, Estela de Carlotto subió al escenario y, en un intento por limar asperezas, agradeció la presencia de ambos y pidió dejar las diferencias de lado en un momento “tan difícil” para el país. Sin embargo, sus esfuerzos no alcanzaron para romper la evidente distancia entre Cristina y Kicillof.
Para cerrar el evento, Carlotto invitó a ambos al escenario para una “foto de familia”, pero el gesto no logró acercarlos más allá de la imagen. Ante el pedido de la presidenta de Abuelas, tanto Cristina como Kicillof tomaron el micrófono, pero se limitaron a destacar la lucha histórica de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, sin hacer referencia a las internas del peronismo que actualmente sacuden al partido.

A pesar de la intención de bajar el tono a las disputas, el trasfondo político emergió con fuerza cuando, durante las palabras finales de Kicillof, un grupo de asistentes irrumpió con cánticos de “Presidenta, Cristina presidenta”, lo que dejó en evidencia la complejidad del momento que atraviesa el espacio peronista y las expectativas que generan las figuras de ambos dirigentes.
El acto, que debía centrarse en el homenaje a las Abuelas de Plaza de Mayo, terminó siendo también un escenario donde se manifestó, una vez más, la fractura en el interior del peronismo.