La mañana del lunes comenzó con una noticia que tomó por sorpresa a cientos de usuarios en Posadas, Garupá y Candelaria: los colectivos del transporte urbano dejaron de circular sin previo aviso.



4 minutos de lectura

La medida, que afecta a miles de personas en plena jornada laboral, habría sido tomada por los choferes ante la falta de pago de sus salarios.
Desde temprano, las paradas lucían desiertas y las calles se vieron atestadas de autos particulares y motos, mientras muchos trabajadores intentaban organizarse para llegar a sus destinos. El impacto fue inmediato, sobre todo en quienes dependen exclusivamente del transporte público.
Según fuentes cercanas al conflicto, la medida de fuerza responde a un atraso en los haberes de los conductores. Se espera que, una vez que los salarios sean abonados, el servicio se reanude de manera inmediata. Sin embargo, hasta el momento, no hay un comunicado oficial por parte de las empresas ni del sindicato que brinde certezas sobre los tiempos de resolución.
“Salí como siempre a las 6 de la mañana y me enteré en la parada que no había colectivos. Tuve que pagar un remís porque si no, llegaba tarde al trabajo”, comentó Patricia, vecina de Garupá, visiblemente molesta por la falta de información previa.
El paro, que no fue anunciado previamente, genera incertidumbre y malestar en una comunidad que depende de este servicio esencial para su movilidad diaria. Mientras tanto, los usuarios exigen una pronta solución y mayor claridad en la comunicación por parte de las autoridades.
Habrá que esperar las próximas horas para saber si se logra un acuerdo entre los choferes y las empresas, y si el servicio puede retomarse en el transcurso del día. Mientras tanto, la ciudad sigue buscando cómo moverse en medio de la improvisación.