Rosario: Asesinan a un chico de 14 años durante una cena familiar

Rosario, una vez más, se convirtió en el escenario de una tragedia por la violencia armada. Benjamín Mansilla, el pibe de apenas 14 años que recibió un balazo el jueves 9 de enero mientras cenaba con su familia

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dejó de existir este fin de semana después de luchar varios días en terapia intensiva. La bala, que le quedó alojada en el cráneo, terminó siendo fatal a pesar de todos los esfuerzos de los médicos en el Hospital Eva Perón.

El ataque se dio en una casa en la calle Luzuriaga al 2400, donde Benjamín compartía la cena con su viejo y su pareja. Según contaron los parientes, unos tipos no identificados empezaron a tirar tiros desde afuera de la casa. Uno de esos proyectiles entró por la puerta principal y se clavó en la cabeza del menor.

Violencia sin detenidos

Hasta ahora, no hay ni un solo detenido ni sospechosos identificados por este ataque. Georgina, la madre del adolescente, aseguró que la familia no había recibido amenazas previas y destacó que los agresores también dispararon contra otras casas de la cuadra.

La Policía Científica levantó del lugar tres vainas servidas y dos cartuchos calibre 9 milímetros. Sin embargo, la investigación, que está a cargo del fiscal Adrián Spelta de la Fiscalía de Homicidios Dolosos de Rosario, aún no tiene resultados concretos.

Una ciudad marcada por la violencia

El caso de Benjamín es otro episodio doloroso que muestra la grave crisis de seguridad que vive Rosario, donde los tiros y los ataques se han vuelto moneda corriente. En los últimos años, el aumento de los enfrentamientos entre bandas y el narcotráfico ha creado un clima de miedo constante entre los vecinos.

Georgina expresó su dolor e indignación: “No entendemos por qué hicieron esto. Mi hijo estaba cenando en su casa, tranquilo, y lo mataron de una manera brutal”.

Pedido de justicia

La muerte de Benjamín ha generado una nueva ola de reclamos de justicia y seguridad por parte de la comunidad rosarina, que pide respuestas concretas ante esta violencia que no para. Vecinos y organizaciones locales están organizando una marcha en memoria del pibe, exigiendo que los responsables sean identificados y llevados ante la justicia.

Mientras tanto, el fiscal Spelta y la Policía de Investigaciones de Santa Fe siguen juntando pruebas para esclarecer el caso y atrapar a los culpables. Sin embargo, la falta de avances inmediatos genera una frustración profunda en una ciudad que no encuentra paz frente a la inseguridad.

El caso de Benjamín Mansilla se suma a una lista dolorosa de víctimas inocentes en Rosario, donde la violencia no distingue edades ni momentos. Una realidad que clama por cambios urgentes.


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