La política misionera sigue sumando capítulos de tensión y realineamientos. Esta vez fue el sector que responde al diputado provincial Ramón Amarilla, que sobre la hora logró cerrar un acuerdo para no quedarse afuera de la contienda de octubre. La llave fue el partido FE, que le abrió espacio a su gente después del portazo en la UCR.
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El elegido para encabezar la lista como primer candidato a diputado nacional es Germán Palavecino, ex suboficial de la Policía y mano derecha de Amarilla. La jugada no es menor: Palavecino no solo es un hombre de absoluta confianza del legislador, sino también el rostro con el que intentarán instalar un discurso propio en medio de un escenario cada vez más fragmentado.
Desde el sector reconocen que la alternativa de meterse en la UCR estaba prácticamente caída desde hace semanas, y que el apuro de los últimos días los llevó a definir esta salida para no perder volumen político. En paralelo, remarcan que buscan despegarse de alianzas que en otras elecciones les dejaron más dolores de cabeza que réditos.
Uno de esos ejemplos fue la experiencia fallida con Walter Ríos y su espacio Por la Vida y los Valores, donde la relación terminó en muy malos términos tras las elecciones de junio. La ruptura fue tan fuerte que hoy descartan cualquier posibilidad de reencuentro.
La lista se completa con Graciela del Carmen Cabral en segundo lugar y Maximiliano Armando Hoff en el tercero. Pero más allá de los nombres, lo que se juega Amarilla con esta movida es sobrevivir en la discusión electoral y demostrar que todavía tiene tropa propia para bancar una campaña.
El partido FE, que venía sin demasiado protagonismo en la provincia, aparece ahora como vehículo para un grupo que intenta sostener su espacio y mostrar que todavía puede ser competitivo. En octubre se verá si esa estrategia alcanza o si quedará como una jugada de último momento para no quedarse afuera de la foto.