Racing Club se mete en la final de la Copa Sudamericana 2024 tras un vibrante 2-1 contra Corinthians en el Cilindro

Avellaneda (Especial) – El pueblo racinguista explota de emoción. Racing Club se convirtió en el nuevo finalista de la Copa Sudamericana 2024 al vencer 2 a 1 a Corinthians, en un emocionante partido jugado esta noche en el “Cilindro” de Avellaneda.

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Los dirigidos por Gustavo Costas dieron vuelta un inicio desfavorable y aseguraron su pase a la final, donde se verán las caras contra Cruzeiro de Brasil.

La noche comenzó complicada para los locales, ya que, apenas a los seis minutos del primer tiempo, el delantero brasileño Yuri Alberto adelantó al “Timao” con un gol que dejó helado al estadio. La jugada fue fruto de una gran combinación entre Alberto y Memphis Depay, quien, con un taco, habilitó al delantero brasileño para que defina con precisión entre las piernas de Gabriel Arias, arquero de Racing.

El equipo visitante parecía haber llegado a Avellaneda con todas las intenciones de llevarse la clasificación. Dominaba el balón y hasta tuvo una chance clarísima a los 22 minutos, cuando una pelota filtrada por Depay dejó a Rodrigo Garro mano a mano con el arquero. Sin embargo, Arias se agrandó en el arco y evitó el segundo gol brasileño, manteniendo con vida a su equipo.

Racing, que arrancó algo desorganizado y apurado, comenzó a ajustar sus líneas a medida que avanzaba el partido, y fue entonces cuando emergió la figura de Juan Fernando Quintero. El volante colombiano empezó a adueñarse del juego, desbordando calidad en cada toque y siendo clave para encarar la remontada.

La recompensa para el esfuerzo de “Juanfer” llegó a los 33 minutos. En una jugada polémica, el árbitro sancionó un penal para Racing tras una mano de José Martínez en el área. Sin titubear, Quintero tomó la pelota y ejecutó con un zurdazo potente que rompió la red, desatando el primer grito de la noche en Avellaneda.

Pero la fiesta no se terminó ahí. Apenas tres minutos después, en una acción rápida que combinó la inteligencia del alcanzapelotas y la astucia de Maximiliano Salas, Racing logró sacar un lateral que fue prolongado por Adrián Martínez para que Quintero, otra vez protagonista, definiera con categoría frente al arquero. Así, el colombiano selló el 2-1 y enloqueció a la hinchada.

Corinthians intentó volver al ataque inmediatamente después, pero Arias respondió en un mano a mano crucial contra Yuri Alberto y dejó en claro que la noche estaba destinada a ser racinguista.

En el segundo tiempo, el partido se transformó en una lucha constante, con pocas llegadas claras y mucho roce. La única situación de verdadero peligro fue un centro milimétrico de Quintero que encontró a Salas en el área, aunque el remate del delantero salió desviado.

El pitazo final desató la euforia en el “Cilindro”. Después de 32 años, Racing regresa a una final internacional, enfrentando nuevamente al Cruzeiro, el mismo rival que en la Supercopa Sudamericana de 1992 le negó el título. ¿Podrá el conjunto de Avellaneda, esta vez, dar el último paso hacia la gloria?

La hinchada racinguista ya sueña despierta