Narcos en el arroz: cayeron 222 kilos de cocaína en Bélgica y la Justicia puso la lupa en el puerto de Zárate

La noticia llegó desde Europa y encendió todas las alarmas en nuestro país. Las autoridades belgas encontraron 222 kilos de cocaína escondidos en un contenedor que había salido del puerto de Zárate, con destino final en Amberes, uno de los centros logísticos más importantes del viejo continente.

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El hallazgo se dio durante una inspección de rutina en Bélgica, pero lo que encontraron no fue para nada rutinario: dentro de un cargamento de bolsas de arroz, había decenas de paquetes prolijamente ocultos, todos marcados con la inscripción “ZEGNA”, una marca que los investigadores creen que podría ser clave para rastrear el origen de la droga.

Ante esto, la Justicia Federal de Campana, con apoyo de la Prefectura Naval, ordenó un fuerte operativo en la terminal portuaria de Zárate. Pero la cosa no quedó ahí: también se realizaron allanamientos en una empresa exportadora de Martínez, una firma industrial en Zárate y una agencia marítima en Campana. El objetivo: desentrañar quiénes están detrás de este intento de contrabando a gran escala.

La principal hipótesis de los investigadores apunta a la metodología conocida como “rip-off”, una maniobra narco que consiste en abrir los precintos de un contenedor legalmente cerrado para meter la mercancía ilegal sin que los exportadores se enteren. Una jugada sucia y cada vez más usada por las mafias del narcotráfico internacional.

Ahora bien, lo que se intenta determinar es dónde se cargó efectivamente la cocaína. ¿Fue en Zárate, antes de que el contenedor saliera rumbo a Europa? ¿O en alguna de las escalas que el barco hizo en Brasil o España? La investigación recién empieza, pero ya pone en jaque los controles y la seguridad en uno de los puntos clave del comercio exterior argentino.

Mientras tanto, los allanamientos siguen, y en los pasillos judiciales se habla de un posible entramado con ramificaciones tanto locales como internacionales. Un nuevo capítulo en la lucha contra el narcotráfico, con un contenedor de arroz como escenario inesperado.