En un contexto donde la economía nacional enfrenta múltiples desafíos, Misiones se posiciona como una provincia que apuesta al desarrollo del sector primario, al eximir de ingresos brutos a toda la producción primaria.



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Esta medida, que destaca por su impacto en miles de familias rurales, es un gesto concreto de apoyo al motor productivo misionero: sus chacras.
En la tierra colorada, actividades fundamentales como la ganadería, la producción de té, yerba mate, maíz, piscicultura, frutihorticultura y extracción forestal tienen una alícuota del 0% en ingresos brutos. Esto significa que los productores no deben abonar este impuesto provincial, permitiéndoles trabajar con mayor holgura y reinvertir en sus actividades.
Si bien el consenso fiscal de 2017 habilitó a las provincias argentinas a cobrar ingresos brutos al sector primario, Misiones decidió no hacer uso de esta opción. ¿El motivo? Una visión clara: fortalecer a las decenas de miles de familias productoras que impulsan la economía local.
“Entendemos que estas familias, que son el motor de Misiones, necesitan el apoyo de un Estado sencillo y eficiente, que esté presente para allanarles el camino y no para complicárselo”, es el mensaje que transmiten desde el gobierno provincial.
La medida no solo alivia la carga impositiva de los pequeños y medianos productores, sino que también refuerza el compromiso de la provincia con la sostenibilidad de su agroindustria. En un país donde el peso tributario es una constante que afecta a todos los sectores, este ejemplo misionero pone de relieve la importancia de políticas que prioricen el desarrollo regional.
El caso de Misiones podría inspirar a otras provincias a implementar medidas similares, especialmente en momentos en que la producción primaria necesita apoyo para seguir creciendo. Así, la provincia demuestra que un Estado comprometido y cercano puede marcar la diferencia en la vida de su gente y en el futuro de su economía.