Pese a la multitudinaria marcha de este miércoles en el Congreso en defensa de la Universidad Pública, el presidente Javier Milei confirmó el veto a la Ley de Financiamiento Universitario.



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La medida quedó oficializada este jueves a través del Boletín Oficial, reafirmando la postura del Gobierno sobre el tema.
El decreto emitido por el Ejecutivo sostiene que la ley aprobada por el Congreso “viola el marco jurídico vigente”, ya que no contempla el impacto fiscal de la medida ni define cómo se financiaría. Según el comunicado, cumplir con la ley implicaría comprometer “gravemente” la sostenibilidad de las finanzas públicas, al necesitarse una fuente de financiamiento extraordinaria e imprevista.
Además, el documento oficial va más allá y asegura que el proyecto de ley “no busca defender ni garantizar el financiamiento de las Universidades Nacionales”, sino que persigue “dañar políticamente al gobierno”.
Horas antes, desde la Oficina del Presidente, se había adelantado en redes sociales que Milei vetaría “el irresponsable proyecto de aumento del gasto público de las Universidades Nacionales”, así como cualquier otro que no tenga asignada una partida presupuestaria específica y ponga en riesgo el equilibrio fiscal. En el mismo sentido, el Gobierno reafirmó su compromiso con el esfuerzo de los argentinos por alcanzar el déficit cero y reducir la inflación.

“El momento histórico demanda que los legisladores actúen con responsabilidad. Ya no se puede hacer populismo demagógico con los recursos de los contribuyentes”, expresaron en un comunicado. Según la postura oficial, la discusión sobre el financiamiento universitario debe darse en el marco del Presupuesto Nacional 2025.
Por su parte, desde la Casa Rosada se mostró desconfianza hacia los motivos detrás de la movilización en defensa de las universidades públicas, ya que participaron figuras de la oposición como Cristina Kirchner, Sergio Massa, Martín Lousteau, Horacio Rodríguez Larreta y Elisa Carrió. El Ejecutivo interpretó esto como una maniobra política y señaló la consolidación de un “nuevo frente de izquierda populista” con el objetivo de bloquear el plan económico del presidente Milei.
En su comunicado final, el Gobierno remarcó su firmeza ante lo que calificó como un “espectáculo mediático” y proyectos de ley “irresponsables”. “No cederemos ante la manipulación de causas nobles con fines partidarios. Nuestro objetivo es claro: terminar con el modelo empobrecedor de los últimos 100 años y volver a hacer grande a la Argentina”, concluyeron desde la administración presidencial.
La tensión entre el Gobierno y diversos sectores de la sociedad, incluidos algunos votantes de Milei, parece haber escalado tras esta nueva medida que, una vez más, genera divisiones y promete ser un tema de debate en los próximos días.