Un informe reciente del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA–CONICET reveló un panorama preocupante en el mercado laboral: desde que Javier Milei asumió la presidencia, en noviembre de 2023, se destruyeron más de 184.000 puestos de trabajo en el sector público.



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El estudio, correspondiente a mayo de 2025 —último dato disponible—, muestra que solo en ese mes se perdieron 4.800 empleos asalariados formales, mientras que los salarios en la administración pública sufrieron una nueva caída del 0,3 %. En paralelo, el sector privado formal sumó 6.000 empleos, lo que apenas compensó parte de la pérdida general.
Un retroceso que golpea fuerte al empleo público
El Área de Empleo, Distribución e Instituciones Laborales del IIEP informó que en mayo se redujeron en total unos 20.000 puestos de trabajo, lo que equivale a una caída del 0,2 % en comparación con mayo de 2024.
Si se toma como referencia el inicio del mandato de Milei, la pérdida acumulada en el sector público trepa a 184.000 empleos.
Según el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), hoy existen alrededor de 10,1 millones de trabajadores asalariados registrados en la seguridad social, que abarcan al sector privado, público y al empleo en casas particulares.
Salarios cada vez más flacos
El informe también pone el foco en el deterioro del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM), que en julio cayó un 0,5 % en términos reales. La tendencia viene desde hace meses: pérdidas en febrero (-0,4 %), marzo (-2,1 %) y abril (-0,8 %), con apenas un respiro en mayo (+0,3 %) y junio (+0,1 %).
En números concretos, entre noviembre de 2023 y julio de 2025 el salario mínimo real acumuló una pérdida del 32 %. Y el dato que más preocupa: en términos reales, el SMVM está hoy por debajo de septiembre de 2001 —antes del estallido de la convertibilidad— y se ubica un 62 % por debajo del valor máximo que alcanzó en septiembre de 2011.
Una advertencia con sabor amargo
El IIEP advierte que la combinación de ajuste estatal, inflación persistente y deterioro del salario configura un escenario difícil tanto para los trabajadores del sector público como para los que dependen de los ingresos mínimos para sobrevivir.
Con la lupa puesta en la evolución de los próximos meses, los especialistas subrayan que la pérdida de poder adquisitivo y de empleo no es solo un dato estadístico: detrás de cada número hay miles de familias que sienten en carne propia el impacto de un modelo económico que, hasta ahora, viene achicando el Estado y golpeando con dureza al bolsillo de los argentinos.