La Corte Suprema de EE.UU. avala la regulación de las “armas fantasma” en un fallo clave

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En una decisión que refuerza el control sobre la venta y fabricación de armas de fuego en Estados Unidos, la Corte Suprema confirmó este miércoles una regulación impulsada por la administración de Joe Biden para limitar la proliferación de las llamadas armas fantasma. Se trata de dispositivos que, al no contar con número de serie y ser fácilmente ensamblables en casa, resultan prácticamente imposibles de rastrear, convirtiéndose en una preocupación creciente para las autoridades.

El fallo, con una votación de 7 a 2 y redactado por el juez conservador Neil Gorsuch, revocó una decisión previa de un tribunal inferior que había determinado que la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) había excedido sus facultades al regular estas armas en 2022. Sin embargo, la Corte Suprema encontró que la medida es consistente con la Ley de Control de Armas de 1968, que establece requisitos específicos para la fabricación y venta de armamento en el país.

¿Qué son las armas fantasma?

Las armas fantasma son armas de fuego que se venden en piezas o kits y que pueden ser ensambladas sin la intervención de un fabricante tradicional. A diferencia de las armas compradas en tiendas, estas no requieren registro ni número de serie, lo que dificulta su rastreo por parte de las fuerzas de seguridad. Además, se pueden adquirir sin necesidad de una verificación de antecedentes, lo que las convierte en una opción atractiva para criminales y personas que de otro modo no podrían comprar un arma legalmente.

El auge de estas armas ha generado preocupación en distintas jurisdicciones del país. En 2021, la policía de EE.UU. incautó más de 19.000 armas fantasma, un número récord que refleja su creciente presencia en el crimen organizado y en delitos violentos.

Un fallo con impacto en la política de armas

La decisión de la Corte Suprema representa una victoria para la administración de Biden, que ha hecho de la lucha contra la violencia armada una de sus prioridades. Con este fallo, la ATF podrá seguir aplicando regulaciones que exigen que las piezas y kits para armas fantasma sean tratados como armas de fuego convencionales, incluyendo la obligación de tener un número de serie y la exigencia de verificaciones de antecedentes para los compradores.

Mientras tanto, el fallo también reaviva el debate sobre el control de armas en Estados Unidos. Mientras que grupos a favor de la seguridad pública celebran la medida como un paso clave para frenar el acceso a armas no rastreables, sectores conservadores y defensores de la Segunda Enmienda han criticado la regulación, argumentando que restringe los derechos de los ciudadanos a fabricar sus propias armas.

Más allá de las diferencias políticas, lo cierto es que el fallo sienta un precedente en la regulación del acceso a armas de fuego y deja en claro que, al menos por ahora, las armas fantasma no seguirán operando en la sombra.