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La CGT optó por ausentarse de la primera reunión del diálogo social convocada por el secretario de Trabajo Julio Cordero y empresarios destacados para la próxima semana. La negativa fue tomada por el Consejo Directivo durante una reunión en la sede de la calle Azopardo. Este acto refleja la tensa relación con el gobierno de Javier Milei, marcada por cambios laborales en la ley Bases y disputas internas entre distintos sectores cegetistas.
La decisión de la CGT de no participar en la reunión del diálogo social evidencia las tensiones existentes con el gobierno de Javier Milei y refleja la complejidad en la articulación de posiciones entre los sectores dialoguistas y los más opositores dentro de la central obrera. La discusión se centra en cómo posicionarse frente a la gestión libertaria y en cómo afectarán los cambios introducidos por la ley Bases en el ámbito laboral.
Tras varios fracasos en diálogos entre la CGT y el Gobierno, la decisión de no asistir al cónclave se tomó. En reuniones previas, los líderes sindicales solicitaron al Gobierno que retire la apelación a la Corte respecto al capítulo laboral de la ley Bases. Manifestaron inquietud por ciertos puntos de la ley, como bloqueos de empresas y cambios en la registración laboral. La CGT expresó malestar por el aumento ofrecido en el Consejo del Salario y la restitución del Impuesto a las Ganancias. Esta postura provocó mayor tensión en la relación con Javier Milei.