Una mujer de 59 años fue secuestrada en plena tarde por dos hombres armados que hablaban en portugués. Exigieron un rescate de 200 mil dólares antes de la medianoche. La víctima fue liberada horas después, pero bajo graves amenazas. La Justicia Federal investiga si se trata de una banda internacional dedicada a secuestros exprés.

Una mujer de 59 años vivió un verdadero calvario este lunes en lo que las autoridades investigan como un secuestro extorsivo. Dos hombres armados ingresaron a un local de estética donde la víctima se encontraba junto a su hermana y la redujeron por la fuerza. Según las primeras pericias, los captores hablaban en portugués y actuaron con una precisión que hace sospechar de una organización delictiva profesional.
El hecho ocurrió alrededor de las 19 horas, cuando la mujer, cuya identidad se mantiene en reserva por orden judicial, acudió al establecimiento para realizarse un tratamiento de uñas. Los agresores entraron preguntando por ella y por su nieta, lo que sugiere que contaban con información previa sobre sus movimientos. Tras reducir a las presentes, las ataron en el baño del local y se llevaron a la víctima con la cabeza cubierta.
Cerca de las 21 horas, la hija de la mujer comenzó a recibir mensajes de texto con amenazas y una fotografía en la que su madre aparecía con un arma apuntando a su cabeza. En el mensaje, los secuestradores exigían el pago de 200 mil dólares antes de la medianoche.
“Conocí el infierno anoche. Amenazaron de muerte a mi mamá y, cuando la liberaron, dijeron que me iban a matar a mí y a mi hija”, declaró la hija de la víctima, visiblemente conmocionada, en diálogo con este medio.
Finalmente, la mujer fue liberada pasada la medianoche, sin que se concretara el pago del rescate. Los captores la dejaron en las afueras de la ciudad, con la advertencia de que no hiciera la denuncia. A pesar del miedo, la familia acudió inmediatamente a la policía, lo que activó la intervención de la Justicia Federal y de la División Antisecuestros de la Policía Federal Argentina (PFA).
Investigación en marcha
Fuentes judiciales confirmaron que el caso fue caratulado como “secuestro extorsivo agravado”, delito contemplado en el artículo 170 del Código Penal, con penas de entre 10 y 25 años de prisión. Los investigadores trabajan en la reconstrucción del recorrido del vehículo y analizan las cámaras de seguridad de la zona, además de rastrear las comunicaciones telefónicas y los dispositivos electrónicos utilizados para contactar a la familia.
Un vocero policial indicó que no se descarta la participación de una banda de origen brasileño o paraguayo, dado el idioma utilizado por los captores y la modalidad delictiva. En los últimos años, las fuerzas federales han detectado un incremento en los secuestros exprés transnacionales, especialmente en zonas fronterizas y grandes centros urbanos.
De acuerdo con el Ministerio de Seguridad de la Nación, durante 2024 se registraron 68 casos de secuestros extorsivos en todo el país, de los cuales el 70% fueron resueltos sin pago de rescate gracias a la intervención inmediata de las fuerzas de seguridad y la Justicia Federal.