Los mercados financieros reaccionaron con marcada euforia tras la victoria del presidente Javier Milei en las elecciones legislativas del domingo, reflejando un fuerte optimismo respecto al rumbo económico del país. El Riesgo País, medido por el índice JP Morgan, se desplomó 373 puntos, cerrando en 708 unidades, su nivel más bajo desde agosto, en una jornada que analistas calificaron de “histórica”.
El entusiasmo se reflejó también en una ola récord de compras de activos argentinos, impulsada por expectativas de reformas estructurales, mayor estabilidad política y disciplina fiscal durante la segunda mitad del mandato del presidente libertario.
En los mercados de deuda, los bonos soberanos en dólares subieron hasta un 24%, mientras que los ADRs argentinos en Wall Street —acciones de empresas locales que cotizan en Nueva York— treparon hasta un 48%, con Supervielle y YPF entre los principales ganadores.
En el ámbito local, el índice S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires se disparó un 21,8% en pesos, alcanzando su punto más alto en nueve meses. Por su parte, el dólar paralelo retrocedió 3,6%, cerrando en torno a 1.460 pesos, una señal de alivio cambiario que no se observaba desde mediados de año.
“El mercado está premiando la continuidad del ajuste y la expectativa de reformas estructurales en el Congreso. La señal política fue contundente y los inversores la interpretan como un respaldo a la consolidación fiscal”, explicó el economista Federico Furiase, en declaraciones a Noticias Argentinas.
Desde el sector financiero, analistas coincidieron en que el resultado electoral fortaleció la posición del Gobierno frente a los organismos internacionales. “El escenario base ahora es de estabilidad macroeconómica con gradual recuperación de la confianza inversora”, señaló un informe de la consultora Ecolatina, que también destacó el descenso del riesgo soberano como “la mayor caída diaria en más de tres años”.
El optimismo, sin embargo, convive con desafíos estructurales: la inflación interanual aún supera el 180%, el salario real continúa rezagado y el Banco Central mantiene reservas netas negativas. Los especialistas advierten que la sostenibilidad de este repunte dependerá de la capacidad del Ejecutivo para aprobar reformas clave y mantener la gobernabilidad política.
Aun así, la jornada del lunes dejó una imagen inusual: los mercados celebrando una victoria política. En un país acostumbrado a la volatilidad, la combinación de señales políticas y disciplina económica parece haber devuelto —al menos por ahora— una dosis de confianza al sistema financiero.