La Tota, de 57 años, fue un conductor y productor musical que marcó una época en la música tropical argentina.



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La repentina partida de Daniel “La Tota” Santillán, un ícono indiscutido de la movida tropical y conductor de televisión, sigue generando conmoción en el ambiente artístico. El pasado 23 de septiembre de 2024, el reconocido presentador fue encontrado sin vida en su casa de Ituzaingó, provincia de Buenos Aires.
Aunque aún no se confirmaron las causas exactas de su fallecimiento, se espera que la autopsia arroje más luz sobre las circunstancias que rodearon este trágico desenlace. Las autoridades ya están investigando los hechos, y los resultados forenses serán clave para esclarecer lo sucedido.
Fuentes cercanas a la investigación revelaron que el domingo por la noche, alrededor de las 23:30, amigos y familiares de “La Tota” se acercaron a su domicilio preocupados, ya que hacía varios días que no respondía a llamados ni mensajes. Según indicaron, la casa estaba cerrada y sin luz. Al ingresar, se toparon con la escalofriante escena: el cuerpo de Santillán yacía en el suelo, con gran parte del mismo “quemado”.
Allegados a Santillán mencionaron que en los últimos tiempos estaba sumido en una profunda depresión, afectado por problemas laborales, económicos, y la condena que enfrentaba por una causa de violencia de género. Estos factores habrían acrecentado su angustia, llevándolo a un estado emocional muy delicado.
La muerte de La Tota Santillán no solo deja un vacío en el mundo de la música tropical, sino que también vuelve a poner en evidencia el impacto que la salud mental tiene en figuras públicas que, a pesar de la fama, atraviesan momentos de extrema vulnerabilidad.
Padre de cuatro hijos, Daniela y Leandro, fruto de su matrimonio con Mónica Falero, y Camila y Mía, de su relación con Sol Fiasche, Santillán había pasado por momentos difíciles en los últimos años. En 2023, había sido condenado a cinco años y seis meses de prisión por violencia de género tras amenazar a su ex pareja, madre de dos de sus hijas.
Su salud mental también era una preocupación constante. En 2022, fue hospitalizado por un cuadro depresivo grave. El histórico conductor de “Pasión de Sábado” había sido diagnosticado con bipolaridad en 2011 y desde entonces luchaba contra esa condición. A pesar de su éxito en la televisión y en los escenarios, las adicciones y los problemas familiares lo afectaron profundamente, llevándolo a situaciones límite en más de una ocasión.
El legado de Santillán en la música tropical y su carisma como presentador lo convirtieron en un ícono para muchos. Sin embargo, sus últimos años estuvieron marcados por el desempleo y una lucha constante con su salud mental. A pesar del apoyo de su familia y especialistas, su batalla interna fue cada vez más difícil de sobrellevar.
Hoy, el mundo de la cumbia lo despide con tristeza, recordando no solo al personaje que brillaba en la pantalla, sino también al hombre que, a pesar de las adversidades, siempre buscó levantarse.