El Ministerio de Salud del Líbano confirmó que el número de fallecidos por las explosiones en localizadores electrónicos ascendió a 12 personas, incluyendo a dos niños. Cerca de 2.700 heridos están siendo atendidos en hospitales y centros médicos de todo el país tras la detonación de casi 3.000 localizadores que —según las primeras informaciones— habrían sido ordenados por el grupo chiita libanés Hezbolá a una empresa en Taiwán.
4 minutos de lectura
El Gobierno libanés y Hezbolá han atribuido estas explosiones a Israel, aunque este último no ha emitido comentarios oficiales al respecto. Los dispositivos estaban en uso por militantes del grupo armado, que ha sostenido constantes enfrentamientos con Israel desde el inicio de la guerra con Hamás en la Franja de Gaza el 7 de octubre de 2023. El ataque provocó conmoción en el país y llevó a miles de heridos a las salas de emergencia, evidenciando un nivel de sofisticación poco visto antes.
El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, había prohibido a sus militantes el uso de equipos electrónicos como teléfonos celulares para evitar el rastreo por parte de Israel. Sin embargo, estos localizadores formaban parte de los equipos adquiridos por el grupo, posiblemente vulnerables a ataques electrónicos.
El ejército israelí habría atacado las baterías de estos dispositivos, generando las explosiones. A raíz de la emergencia, el primer ministro libanés, Najib Mikati, movilizó a todos los departamentos del Ministerio de Salud Pública para brindar atención médica a los heridos. El Centro de Operaciones de Emergencia del ministerio pidió a todos los hospitales del país mantenerse en máxima alerta para atender la masiva demanda de servicios de salud de urgencia y solicitó a los ciudadanos que se deshagan de sus localizadores electrónicos por motivos de seguridad.
Embajador de Irán entre los heridos
El embajador de Irán en el Líbano, Mojtabá Amaní, resultó herido en una de las explosiones. La agencia iraní Mehr informó que sufrió heridas leves, aunque se encuentra consciente y no está en estado grave, según Al Jazeera.
Las repercusiones internacionales no se hicieron esperar. El Consejo de Ministros del Líbano condenó la acción, calificándola de “agresión criminal israelí” y violación de la soberanía libanesa. En respuesta a este acto, el gobierno libanés ha iniciado contactos con países implicados y la ONU para exigir responsabilidades.
Hezbolá prometió “un castigo justo”, mientras que el exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA) y de la CIA, Edward Snowden, se pronunció calificando la acción israelí de “imprudente”. En su cuenta de X, Snowden comentó que “lo que Israel acaba de hacer es indistinguible del terrorismo”.
La tensión en la región sigue escalando, con una situación en constante desarrollo que mantiene a la comunidad internacional en alerta.