En un operativo que sacudió a la localidad bonaerense de Mar del Tuyú, Carolina Juárez, una mujer trans de 32 años, fue detenida el pasado domingo acusada de liderar una red de explotación sexual que incluía a una menor de edad.



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El caso, que conmocionó a la comunidad, está siendo investigado por el fiscal Walter Mercuri, quien trabajó infiltrado durante dos meses para desentrañar las operaciones clandestinas.
La menor de edad, de apenas 17 años, habría sido entregada a pedófilos para que abusaran de ella, según confirmaron fuentes judiciales. El centro de operaciones de Juárez era un bar clandestino ubicado en la calle 76 al 838, donde se presume que varias mujeres eran explotadas sexualmente.
Una investigación encubierta y pruebas contundentes
La denuncia inicial de explotación sexual infantil dio inicio a una investigación que incluyó filmaciones encubiertas, fotografías, testimonios clave y un análisis exhaustivo de redes sociales. Con la autorización del Juzgado de Garantías N.º 4, liderado por Diego Zapiola, el bar clandestino fue allanado por la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Dolores, con el apoyo de la Policía de La Costa, la Patrulla Urbana y el Servicio Local de Protección de Derechos.
“La investigada explotaba sexualmente a varias mujeres, entre ellas una menor de edad”, señaló un vocero judicial. El allanamiento no solo permitió rescatar a la adolescente, que ahora recibe asistencia psicológica, sino también recolectar elementos que podrían ser cruciales para el avance de la causa, como un teléfono celular que está siendo peritado en busca de más pruebas.

Un delito que no puede quedar impune
Carolina Juárez enfrenta cargos por “Promoción y facilitación de la prostitución de menores de 18 años”, un delito grave que podría acarrear penas severas. Desde el 26 de octubre de 2024, cuando comenzaron las primeras indagaciones, el caso ha generado un fuerte repudio social.
En tanto, organizaciones locales y nacionales de derechos humanos insisten en la necesidad de redoblar esfuerzos para combatir las redes de explotación sexual, un flagelo que sigue latente en muchas comunidades del país.
La menor rescatada es el reflejo de una problemática que requiere un enfoque integral, con justicia para las víctimas y una condena firme para quienes las someten.