Un amanecer trágico sacudió a la localidad de Eldorado, cuando un grupo armado irrumpió en la base de Infantería de la Unidad Regional III, ubicada dentro del Aeroclub local.
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En el ataque, los delincuentes asesinaron al suboficial Mauricio Miñarro y se llevaron varias armas, desencadenando un operativo cerrojo en toda la provincia.
El hecho ocurrió cerca de las 7 de la mañana, momento en que los atacantes, fuertemente armados, ingresaron al destacamento. Según fuentes oficiales, Miñarro, único efectivo presente en el lugar, fue ejecutado de tres disparos en la cabeza. Su cuerpo, hallado maniatado y vestido de civil, fue encontrado una hora después por el guardia que debía tomar su relevo.
Robo planificado
Los asaltantes lograron sustraer dos fusiles FAL y dos escopetas calibre 12-70, armamento clave de la división. Pero no se detuvieron ahí: intentaron robar una avioneta estacionada en la pista del Aeroclub. La hipótesis inicial apunta a un ataque cuidadosamente planificado, aprovechando que solo un efectivo estaba de guardia en ese momento.
La situación genera interrogantes, ya que, según el protocolo, deberían haber estado tres policías en el destacamento. Sin embargo, uno de los agentes no se presentó a su turno sin razones aún claras, mientras que el otro estaba afectado a tareas en otro lugar.
Operativo cerrojo y sospechosos identificados
Inmediatamente después de confirmarse el crimen, las fuerzas de seguridad de Misiones desplegaron un masivo operativo cerrojo. Equipados con armamento largo y chalecos antibalas, los policías montaron controles vehiculares en rutas estratégicas de la provincia, buscando a cuatro sospechosos de nacionalidad paraguaya, quienes ya habrían sido identificados.
Una camioneta Toyota gris, presuntamente vinculada al grupo, fue vista evadiendo un control policial en la Ruta 8, dirigiéndose hacia la Ruta 103 o la Costera 2, con posible destino a Oberá o Panambí.
Clima de tensión y reclamos
Este hecho no solo conmociona a la comunidad local, sino que también deja en evidencia posibles fallas en la seguridad y organización policial. La muerte de Miñarro, un suboficial dedicado, reaviva el debate sobre los riesgos a los que se enfrentan los efectivos en el interior de la provincia, muchas veces en condiciones adversas y con recursos limitados.
Mientras tanto, Eldorado permanece en vilo, con patrullajes constantes y controles reforzados. Las autoridades aseguran que no descansarán hasta dar con los responsables y esclarecer un crimen que golpea profundamente a toda la región.