El real se devalúa y complica la economía argentina: ¿qué hay detrás del fenómeno?

La cotización del real sigue su camino descendente, encendiendo alarmas en la región y agregando presión a una ya frágil economía argentina.

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Este jueves, la moneda brasileña arrancó la jornada cotizando a R$ 5,95 por dólar, marcando una pérdida acumulada del 2,6% en lo que va de noviembre. La tendencia, sin embargo, no es nueva: desde enero de 2024, cuando valía R$ 4,9 por dólar, el real ya acumula una depreciación del 17%.

Este debilitamiento impacta directamente en la relación comercial entre Argentina y Brasil, su principal socio. Mientras el real cae, el ñpeso argentino sigue un ciclo inverso, haciendo que los productos nacionales pierdan competitividad en el mercado brasileño, un golpe crítico para las exportaciones locales.

Ajustes económicos en Brasil: recortes y alivios fiscales

En un intento por frenar esta tendencia y restaurar la confianza de los inversores, el gobierno de Luiz Inácio “Lula” da Silva anunció un ambicioso ajuste fiscal. Se recortarán unos 11.800 millones de dólares del gasto público en los próximos dos años, un gesto que busca garantizar el equilibrio de las cuentas públicas. Además, se implementará una reducción de impuestos para trabajadores con salarios menores a 800 dólares, una medida destinada a aliviar la presión económica sobre las clases bajas.

Sin embargo, las reacciones del mercado han sido mixtas. Ayer, la Bolsa de San Pablo cerró con una caída del 1,8%, reflejo de la incertidumbre generada por el paquete fiscal. Al mismo tiempo, el real continúa perdiendo terreno frente al dólar, amplificando los desafíos para la región.

Argentina, entre el ajuste brasileño y la fragilidad propia

Para la Argentina, este contexto internacional llega en un momento delicado. La pérdida de competitividad en las exportaciones, combinada con las tensiones internas por la crisis económica y la depreciación del peso, genera un escenario que exige medidas rápidas y estratégicas para mitigar el impacto.

En un escenario donde las políticas económicas de Brasil y su relación con el dólar seguirán siendo determinantes, el desafío para Argentina será buscar alternativas para sostener su comercio exterior y contener los efectos de la volatilidad regional. Mientras tanto, las empresas exportadoras, especialmente del sector automotriz y agrícola, se ven obligadas a recalcular estrategias ante un socio comercial cada vez menos previsible.


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