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El Gobierno Nacional decidió vetar la ley de reforma jubilatoria que proponía un aumento del 8,1% en las jubilaciones. Para que la iniciativa vuelva a ser ley, la Cámara de Diputados y el Senado deberán reunir dos tercios de los votos en cada cuerpo legislativo, un desafío que se presenta complicado.
El veto fue oficializado a través del decreto 782/2024, publicado hoy en el Boletín Oficial, y comunicado al Congreso mediante una nota dirigida al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. En el mensaje, el Ejecutivo devolvió el proyecto de ley registrado bajo el N° 27.756, argumentando que la propuesta aprobada por el Congreso no contemplaba el impacto fiscal ni las fuentes de financiamiento necesarias.
Ahora, la pelota está en la cancha de las comisiones de Previsión y Seguridad Social, y de Presupuesto y Hacienda, que deberán tratar el veto. La presidenta de la Comisión de Previsión, la radical Gabriela Brouwer, ya anunció que convocará a una reunión para insistir con la sanción de la ley. Sin embargo, el camino parece más complicado en la Comisión de Presupuesto, presidida por el libertario José Luis Espert, quien podría bloquear el avance de la ley.
Ante esta situación, la oposición evalúa la posibilidad de solicitar un emplazamiento para que ambas comisiones traten el tema en conjunto, aunque esto solo es posible durante una sesión del pleno del Congreso.
El Gobierno justificó el veto señalando que la reforma implicaría un gasto adicional de 6 billones de pesos en 2024 y de 15 billones en 2025, lo que representaría un 1,02% y un 1,64% del PBI estimado para esos años, respectivamente. Además, subrayó que la ley violaría la normativa vigente al no especificar cómo se financiarían esos gastos.
Con este veto, el Ejecutivo busca evitar un incremento significativo en el gasto de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), que ascendería a un 18,5% en 2024 y a un 29,2% en 2025 si la ley se implementara.
El escenario legislativo se anticipa tenso, con el oficialismo trabajando para evitar que la oposición reúna los 86 votos necesarios para superar el veto y aprobar la reforma jubilatoria.