La suba del dólar sacudió al mercado: empresas líderes comenzaron a mandar nuevas listas de precios a supermercados. Las remarcaciones se verán en góndola justo cuando los bolsillos reciben el sueldo de julio. El Gobierno intenta contener los aumentos en plena antesala electoral.



4 minutos de lectura

En la última semana, el dólar volvió a ser protagonista de la economía argentina. La cotización rozó los $1.400, lo que generó un efecto dominó en el mercado. Con la moneda estadounidense escalando un 13% solo en julio, las empresas proveedoras de alimentos, bebidas y productos de limpieza e higiene personal comenzaron a enviar nuevas listas de precios a los supermercados, con subas que oscilan entre el 4% y el 8%.
El impacto se empezará a sentir desde la semana que viene en las góndolas, justo cuando muchos hogares ya cobraron el sueldo de julio y se activan las compras del mes. “Estamos viendo listas que vienen con aumentos que, en algunos casos, superan el 7% y 8%. Se nota que hubo reacción directa al salto del dólar”, comentó una fuente del sector supermercadista.
Entre las empresas que ajustaron precios se encuentran Unilever (Hellmann’s, Knorr, Dove, Axe, Lux, entre otros), Mondelez (Oreo, Milka, Terrabusi, Tita, Tang) y SC Johnson (Raid, Fuyi, OFF!, Lysoform, Mr. Músculo, Glade, Blem), según confirmaron voceros del sector mayorista y supermercadista.
La reacción no solo fue empresarial. El Banco Central salió a «secar» la plaza de pesos mediante una suba de los encajes bancarios —las reservas obligatorias que los bancos deben inmovilizar—, intentando frenar la presión cambiaria. Sin embargo, la dinámica inflacionaria parece estar otra vez sobre la mesa.
Desde el sector comercial aseguran que esta situación ya generó tensiones con el Gobierno. “Se está negociando para que los aumentos no superen el 5%, aunque algunos ya vinieron con más”, sostuvo un alto directivo consultado por Noticias Argentinas.
Fuentes del sector revelaron que una de las principales empresas alimenticias del país envió listas con aumentos escalonados del 4 al 8%, según el producto.
En plena cuenta regresiva hacia las elecciones legislativas de octubre, el Gobierno intenta contener los precios como puede, en un contexto donde el bolsillo ya viene golpeado por la inflación acumulada y la volatilidad cambiaria.
El combo de dólar en alza, salarios que llegan a fin de mes y empresas que remarcan pone nuevamente al consumidor argentino en una situación de vulnerabilidad. Con cada suba del dólar, no solo se encarece el viaje al exterior: también se recalienta el precio del sachet de leche, del desodorante y hasta del paquete de fideos. En la Argentina, el termómetro económico está en la góndola.