La caída del dólar blue continúa generando fuertes movimientos en el mercado cambiario argentino. Hoy, la cotización de esta divisa se desplomó a $1.175, confirmando su posición como la peor inversión del año.



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A pesar de ser históricamente una opción popular para quienes buscan protegerse de la inflación, el blue ha quedado muy rezagado frente a otros activos.
Uno de los factores clave detrás de esta baja es el ingreso de dólares por el blanqueo de capitales, que también afectó los valores de los dólares financieros, como el MEP y el contado con liquidación (CCL). Este flujo de divisas ha generado una presión bajista en los precios, alejando al blue de su pico máximo de $1.500 alcanzado en julio pasado.
A lo largo del año, el dólar blue apenas registró una suba del 14%, un porcentaje que palidece ante una inflación que se proyecta en torno al 100% anual. Mientras tanto, el tipo de cambio oficial, bajo la estrategia del crawling peg con ajustes del 2% mensual, acumuló una suba del 20,4% en el mismo periodo. Por otro lado, el contado con liqui, que suele ser utilizado por las empresas para dolarizarse, lidera el avance entre las divisas, con un aumento del 25%, seguido por el MEP, que subió un 18%.
El retroceso del blue también es notable frente a otros activos. Por ejemplo, el Merval subió un 85% en pesos y un 48% en dólares, superando con creces el rendimiento de la divisa informal. Incluso los bonos argentinos en dólares han rendido mejor, con un promedio de retorno del 90%. En cuanto a las inversiones tradicionales, un plazo fijo tradicional ofrece un rendimiento del 60%, mientras que los plazos fijos UVA, ajustados por inflación, alcanzan un notable 150%, muy por encima del blue.
La baja en el dólar blue comenzó a profundizarse en los últimos meses, acompañando el retroceso de los dólares financieros. En julio, estos tipos de cambio alternativos habían tocado un pico, impulsados por la decisión del Gobierno de reducir abruptamente las tasas de las colocaciones en pesos, lo que provocó que los bancos recortaran los rendimientos de los plazos fijos. Las tasas ofrecidas en ese momento estaban por debajo del 3% mensual, mientras que la inflación superaba el 4%, lo que llevó a muchos inversores a dolarizarse, incrementando la demanda de estas divisas.
Para frenar esta “mini corrida cambiaria”, el Ministerio de Economía implementó una serie de medidas, como la intervención en el segmento de los dólares financieros con el objetivo de bajar los precios y reducir la brecha cambiaria, que en ese momento había superado el 50%. Sin embargo, la intervención más significativa ha sido el blanqueo de capitales, que ha registrado depósitos asociados por unos US$ 13.000 millones, generando un fuerte impacto en la cotización del blue.
El panorama actual refleja cómo las inversiones alternativas y los instrumentos tradicionales han logrado sobrepasar ampliamente al dólar blue, que, en lo que va del año, ha quedado muy por detrás de la inflación y de otros rendimientos financieros.