En una noche para el olvido, River Plate fue vapuleado 3 a 0 por Atlético Mineiro en Belo Horizonte, en la ida de las semifinales de la Copa Libertadores.



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Con un equipo desatento y lleno de errores defensivos, el conjunto de Martín Demichelis deberá remontar la serie en El Monumental el próximo 29 de octubre, si quiere mantener viva la esperanza de llegar a la gran final.
Los goles de Deyverson, en dos ocasiones, y de Paulinho, hundieron a un River que nunca encontró su juego y mostró muchas falencias en el fondo. El partido comenzó con un susto para los de Núñez cuando, a los cinco minutos, Deyverson y Hulk casi abren el marcador, aunque la jugada fue anulada por el VAR debido a una mano. A pesar de esta advertencia temprana, River no logró asentarse y sufrió la primera estocada a los 22 minutos. Hulk, con su potencia habitual, se sacó de encima a Germán Pezzella y habilitó a Deyverson, quien dejó a Franco Armani en el suelo para marcar el 1 a 0.
A pesar de los intentos de River por encontrar el empate, con Facundo Colidio siendo de lo mejor en ataque, las imprecisiones y el nerviosismo lo llevaron a cometer muchas infracciones que solo sumaron amonestaciones. En el segundo tiempo, los argentinos intentaron reaccionar, pero nuevamente el local fue más efectivo. Primero, Gustavo Scarpa asistió a Deyverson para el 2 a 0, y pocos minutos después, un error en un lateral dejó a Paulinho solo para sellar el 3 a 0 definitivo.
River, que hasta ahora mantenía un invicto en la presente edición del certamen, quedó en una situación muy difícil. Para avanzar a la final, necesitará ganar por al menos tres goles de diferencia en el partido de vuelta y, en caso de lograrlo, forzar una definición por penales.
El próximo martes será una prueba de fuego para el equipo millonario, que deberá apelar a toda su historia y mística copera si quiere revertir este duro golpe sufrido en tierras brasileñas.