En una jornada histórica y marcada por el clima, Donald Trump tomó este lunes posesión como el presidente número 47 de los Estados Unidos. La ceremonia de investidura se realizó puertas adentro, en el Capitolio, para resguardar a los asistentes del intenso frío que azota Washington D.C.
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Con un discurso en el que resaltó su visión de “recuperar la grandeza de la nación”, Trump vuelve al poder tras su primer mandato, prometiendo un liderazgo firme y centrado en las políticas que definieron su administración previa. La ceremonia fue más sobria que en años anteriores, con un aforo reducido y medidas de seguridad extremas.
Ante un grupo selecto de invitados, entre los que se destacaron líderes políticos, funcionarios y miembros de su familia, Trump juró sobre la misma Biblia que utilizó en 2017. A pesar de las controversias que rodearon su retorno al escenario político, el ahora presidente número 47 enfatizó en su mensaje que “el futuro de Estados Unidos depende de la unión y el trabajo conjunto de todos los ciudadanos”.
La investidura de Trump marca un nuevo capítulo en la historia política estadounidense, y será observada de cerca tanto por sus seguidores como por sus detractores. Lo que queda claro es que su regreso al poder no pasa desapercibido ni en su país ni en el resto del mundo.