Dolor en el mundo del boxeo: el adiós a “La Locomotora” Oliveras

El ambiente del deporte argentino, y en especial del boxeo femenino, atraviesa horas de profundo dolor. La muerte de Alejandra “La Locomotora” Oliveras dejó un vacío inmenso, no solo por su trayectoria arriba del ring, sino por todo lo que representó como mujer, luchadora y referente popular.

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Distintas voces se sumaron a la ola de tristeza, mezclada con mensajes de apoyo a sus seres queridos. Una de las más sentidas fue la de Marcela “La Tigresa” Acuña, histórica rival y compañera en aquella gloriosa era del boxeo femenino nacional. “Es muy triste lo que está pasando, era una mujer fuerte, joven, con mucho por hacer todavía”, lamentó Acuña, visiblemente conmocionada.

También se expresó Ariel Sclafani, convencional constituyente de Santa Fe y amigo cercano de la campeona. “Fue un cimbronazo para todos”, admitió, reflejando la incredulidad de un entorno que todavía intenta asimilar la noticia.

Pero la vida de Oliveras iba mucho más allá del deporte. En los últimos años, había sido electa como convencional constituyente de Santa Fe, aunque no llegó a asumir el cargo. Fiel a su espíritu inquieto, también incursionaba en la actuación: en sus redes sociales había compartido con entusiasmo su participación en “En el barro”, la esperada secuela de El Marginal, próxima a estrenarse por Netflix.

“La Locomotora” no era solo potencia y técnica sobre el cuadrilátero. Era también una figura carismática, una mujer de barrio que nunca renegó de sus orígenes, que abrazó causas sociales y se hizo querer por su autenticidad. Su historia inspiró a miles de chicas a ponerse los guantes y soñar.

Hoy, el boxeo argentino despide a una leyenda. Alejandra Oliveras se va joven, con mucho camino por recorrer, pero con una huella imborrable. Su legado queda vivo en cada guante que se alza con coraje, en cada mujer que lucha por su lugar, y en el recuerdo imborrable de una campeona que peleó dentro y fuera del ring.