La comunidad boliviana en la Argentina atraviesa horas de profundo dolor y repudio tras la trágica muerte de Richard Flores Mercado, un hombre de 36 años que fue linchado por vecinos y comerciantes luego de un incidente vial en Ezpeleta, y que apareció ahorcado en su casa días después.
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Flores Mercado, oriundo de Cochabamba, vivía en Berazategui y trabajaba como albañil. El viernes pasado, según relataron testigos, perdió el control de su vehículo mientras conducía bajo los efectos del alcohol, subió a la vereda, chocó contra un cartel y tiró varios cajones de una verdulería. La situación generó una inmediata reacción de los vecinos.
Lo que vino después fue una escena violenta: un ex policía lo golpeó brutalmente hasta dejarlo inconsciente, mientras otros continuaban la agresión en el suelo. El hecho generó conmoción y abrió un fuerte debate en redes sociales, donde usuarios denunciaron racismo, xenofobia y violencia sistemática contra migrantes.
“Ante el racismo no hay peros que valgan. Nada justifica este acto inhumano y cobarde”, escribió una mujer boliviana en Facebook. Otras voces sumaron su repudio y exigieron justicia. “Los discursos de odio matan. Hoy lloramos a uno de los nuestros”, expresó Iber Mamani, otra compatriota que compartió su testimonio en redes.
Días después del hecho, Flores fue hallado sin vida, ahorcado en su domicilio, lo que abre interrogantes sobre las consecuencias emocionales del linchamiento que sufrió. La Justicia investiga las circunstancias del suceso y no descarta ninguna hipótesis.
Mientras tanto, en las calles y en las redes, la comunidad boliviana no solo exige justicia, sino también respeto y un freno a los discursos de odio que, según denuncian, siguen cobrando vidas.