Líderes internacionales acudieron a la Cumbre por Ucrania, demostrando la influencia diplomática de Kiev. A pesar de la participación de más de 90 países, las notables ausencias de Rusia y China marcaron la reunión. Estados Unidos insinuó que la ausencia de China fue instigada por Rusia.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, afirmó que Putin no busca la paz real, sino que orquestó una campaña para boicotear la cumbre y difundir falsedades sobre su disposición para negociar. Países como Turquía, Arabia Saudí y Kenia consideraron la falta de Rusia como un obstáculo.
Apoyando a Ucrania, se llevaron a cabo actuaciones en Lucerna para resaltar las consecuencias humanitarias de la guerra. Refugiados ucranianos se congregaron para entonar el “Himno a la Alegría” de Beethoven, mientras otros compartían sus experiencias con emotivas historias y fotografías de seres queridos desaparecidos, vestidos con indumentarias tradicionales y envueltos en banderas ucranianas.
