Después de nueve años consecutivos de descenso, la tasa de natalidad de Corea del Sur —la más baja del mundo— registró un leve aumento en 2024.



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Aunque el crecimiento sigue siendo mínimo, este repunte podría marcar un punto de inflexión en la crisis demográfica que enfrenta el país.
Este cambio se debe, en parte, a la recuperación de matrimonios que habían sido postergados por la pandemia y a las políticas gubernamentales que buscan incentivar la paternidad a través de medidas de apoyo económico y cambios en la cultura laboral.
Un giro impulsado por políticas y empresas
Nam Hyun-jin, una madre de 35 años que tuvo a su segunda hija en agosto, afirmó que percibe un cambio en la sociedad, impulsado por un mayor respaldo del gobierno y por el compromiso de algunas empresas.
“La sociedad en su conjunto está fomentando el nacimiento de hijos mucho más que hace cinco años, cuando tuvimos nuestro primer hijo”, sostuvo Nam.
Uno de los factores clave detrás de este giro es la cultura empresarial. Algunas compañías han comenzado a ofrecer incentivos significativos para fomentar la natalidad. Booyoung, el empleador de Nam, implementó una bonificación de 100 millones de wones (unos 70.000 dólares) por cada hijo nacido.
El desafío de revertir la crisis demográfica
Corea del Sur ha visto su tasa de fertilidad desplomarse durante la última década, alcanzando un récord mundial de 0,72 hijos por mujer en 2023. En 2024, esta cifra subió a 0,75, un incremento leve pero significativo tras años de caída.
El gobierno apunta a alcanzar una tasa de 1,0 para 2030, pero aún hay un largo camino por recorrer. La tendencia de muchas mujeres a priorizar sus carreras sobre la maternidad, junto con el elevado costo de la vivienda y la crianza de un hijo, han sido barreras difíciles de sortear.
Según datos oficiales, el número de segundos hijos nacidos en 2024 creció un 12% en la segunda mitad del año, superando el 11% de aumento en los primogénitos. Esto sugiere que más familias están optando por agrandarse, lo que podría indicar un cambio estructural en la sociedad.
Un punto de inflexión para el futuro
You Hye-mi, secretaria presidencial de política de población, sostuvo que el país podría estar en un punto de inflexión. “Hay una gran posibilidad de que la tasa de fertilidad siga aumentando en los próximos años”, señaló.
El gobierno surcoreano ha reformulado su enfoque para abordar la crisis demográfica. En lugar de centrarse únicamente en subsidios monetarios, ahora busca equilibrar el trabajo y la familia, mejorar el acceso al cuidado infantil y facilitar el acceso a la vivienda.
Si bien el desafío sigue siendo enorme, el leve repunte en la tasa de natalidad ofrece un atisbo de esperanza para Corea del Sur. La clave estará en si el país logra mantener y profundizar este cambio en los próximos años, antes de que el declive poblacional se vuelva irreversible.