Un clima de tensión y reclamo se vive en Posadas ante la situación legal del suboficial retirado Ramón Amarilla, quien junto a otros siete policías enfrenta cargos por sedición. Amarilla, actualmente detenido en la cárcel de Cerro Azul, ha sido foco de atención no solo por las acusaciones en su contra, sino también por las condiciones de detención que, según sus familiares, son precarias e inhumanas.
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Desde hace semanas, las familias de los detenidos han organizado un campamento en protesta, reclamando no solo la liberación de sus seres queridos, sino también mejoras en las condiciones dentro del penal. Este viernes 4 de octubre, periodistas, familiares, amigos y excompañeros de las Fuerzas Policiales y Penitenciarias de la provincia convocan a una manifestación pacífica frente a la Jefatura de Policía, ubicada en pleno centro de la ciudad.
La protesta, que está prevista para desarrollarse entre las 19 y las 20 horas, busca visibilizar lo que los organizadores consideran una injusticia en el caso de Amarilla y los otros policías detenidos. Los manifestantes se sentarán en la vereda, portando carteles y pancartas que denuncian la exoneración y encarcelamiento de los agentes bajo el lema: “Contra el poder totalitario, la calle será nuestra respuesta”.
Amarilla, suboficial mayor retirado y delegado de la Mesa de Diálogo Policial y Penitenciaria, fue detenido junto a sus compañeros por su participación en reclamos salariales y laborales dentro de las fuerzas. Las acusaciones de sedición, un delito grave que implica subvertir el orden institucional, han generado controversia y división de opiniones en la sociedad misionera.
Ayer, el abogado Hugo Zapana, defensor de dos de los policías detenidos por delitos de sedición en el anexo de la Comisaría Segunda, expresó serias preocupaciones tanto sobre las condiciones de detención como sobre el avance de la causa. En una entrevista con Misionescuatro, Zapana reveló que las familias de los detenidos han denunciado maltratos, además de la falta de comida y agua adecuada. También advirtió sobre el deterioro en la salud de algunos de los policías detenidos.
“Cuando asumí esta causa hace dos semanas, me llamó la atención la situación en el Juzgado de Instrucción 3. Pensé que estaban trasladando a terroristas”, comentó el abogado, refiriéndose a la presencia de una gran cantidad de efectivos policiales, todos equipados con cascos y pasamontañas, mientras un grupo de detenidos, esposados, aguardaba en condiciones inhumanas.
Los familiares insisten en que el proceso judicial está viciado de irregularidades y aseguran que seguirán luchando hasta lograr la liberación de Amarilla y los demás detenidos. “No pedimos solo por la libertad de Ramón, sino por condiciones dignas para todos los que están presos injustamente”, expresó uno de los voceros de la protesta.
Se espera una concurrencia significativa en la manifestación, donde exintegrantes de las fuerzas y ciudadanos en general se unirán para exigir una respuesta de las autoridades y justicia para los acusados.