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Boca Juniors quedó eliminado en los octavos de final de la Copa Sudamericana 2024 tras una dramática definición por penales en la que Cruzeiro se impuso 5-4, luego de que el resultado global terminara 2-2. El encuentro, disputado en el Estadio Governador Magalhães Pinto, estuvo cargado de emociones y terminó con un amargo desenlace para el conjunto argentino.
El partido comenzó de manera accidentada para Boca, con la expulsión del lateral derecho Luis Advíncula en los primeros segundos del encuentro, tras un pisotón sobre Lucas Romero, mediocampista de Cruzeiro. Esta temprana baja obligó al equipo de Jorge Almirón a reestructurarse en el campo, situación que el conjunto brasileño aprovechó rápidamente.
A los nueve minutos, Cruzeiro abrió el marcador gracias a Matheus Henrique, quien capitalizó un rebote concedido por el arquero Sergio Romero, tras un error del defensor Nicolás Figal. Poco después, a los 21 minutos, Walace amplió la ventaja para el equipo local con un potente remate desde fuera del área que, desviado en su trayecto, se coló por el palo izquierdo de “Chiquito” Romero.
Boca no bajó los brazos y, aunque Cruzeiro dominaba el juego, el “Xeneize” logró descontar sobre el final del primer tiempo. Tras un centro de “Pol” Fernández y una asistencia de Cristian Lema, Milton Giménez anotó el 1-2 que empató la serie global, enviando el partido a la tanda de penales.
El segundo tiempo fue un ida y vuelta constante, con oportunidades para ambos equipos. Boca estuvo cerca de sellar su clasificación en tiempo de descuento cuando Marcelo Saracchi desbordó por la banda izquierda y cedió el balón a Miguel Merentiel, cuyo remate fue milagrosamente despejado en la línea por un defensor de Cruzeiro.
En la definición por penales, ambos equipos mostraron precisión, pero la mala fortuna cayó sobre Boca cuando Miguel Merentiel, encargado de ejecutar el quinto penal, envió su remate por encima del travesaño. Con este error, Cruzeiro aseguró su pase a los cuartos de final, dejando a Boca fuera de la competición.
El resultado representa un duro golpe para el conjunto de La Ribera, que deberá enfocarse en los desafíos restantes de la temporada, mientras que Cruzeiro celebra su avance en la Copa Sudamericana, un torneo que sigue siendo una de las grandes aspiraciones del fútbol brasileño.