Amarilla contra la “fuga de cargos”: “A mí me eligieron los misioneros, no para irme a Buenos Aires”

En un escenario político donde la Renovación parece tener más pasajes a Nación que propuestas para Misiones, el diputado provincial electo Ramón Amarilla decidió marcar la cancha con declaraciones que levantaron polvareda.

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El dirigente cuestionó con dureza al extenista obereño Diego Hartfield y al propio Oscar Herrera Ahuad, por abandonar la representación provincial para subirse a la carrera nacional. “Es defraudar a los misioneros que los votaron para estar acá. A mí me eligieron los misioneros para que me quede a representarlos, no para que me vaya a Nación”, tiró Amarilla en diálogo con EL INFORMANTE DIGITAL

Con ironía, deslizó que la política misionera se volvió un “club de pasajes gratis a Buenos Aires”, donde algunos entran como diputados provinciales y en cuestión de semanas ya están sacando boleto para la Capital.

Palavecino, el elegido del FE

En medio de este ruido, Amarilla confirmó la lista que encabezará Germán Palavecino en octubre, acompañado por la docente Graciela Cabral, junto a referentes del agro y la educación. La alianza con el Partido FE se cerró “a último minuto”, según relató, pero alcanzó para garantizar un armado con seis nombres propios.

La campaña, adelantó, se va a mover con militancia digital y a pulmón, porque –otra indirecta para la Renovación– “no tenemos los recursos que tienen otros partidos”. Traducido: no habrá carteles luminosos ni ploteos millonarios, sino celular en mano y caminata barrial.

Renovación: la costumbre de irse

Amarilla aprovechó para clavar un dardo directo al oficialismo: “El diputado Herrera era presidente de la Cámara y ya la abandonó para asumir como diputado nacional. Nosotros tenemos que hacernos cargo de lo que la gente eligió para nosotros. Nos debemos a esas personas que confiaron en nosotros”, dijo con tono firme, pero dejando entrever la crítica de fondo: la Renovación hace rato convirtió las bancas en escalones de una escalera que nunca termina en Misiones.

“Si atendemos las necesidades de la gente, vamos a estar todos en paz. Ellos fueron puestos para servir al pueblo, no para perseguirlo”, cerró Amarilla, dándole un brochazo final de discurso justiciero a una entrevista que dejó tela para cortar.

La pregunta que queda flotando es: ¿será Amarilla el último que se planta en Misiones mientras la Renovación arma valijas para Nación?