Un crimen de una brutalidad extrema sacudió en la mañana de este lunes al barrio San Lorenzo de Posadas. La Policía investiga un caso que, según las primeras hipótesis, se trataría de un intento de femicidio seguido de filicidio y posterior suicidio del agresor, identificado como José Ricardo Ferreyra, de 47 años.



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Cuando los efectivos ingresaron al domicilio, la escena era desgarradora: bajo el cuerpo sin vida de Ferreyra yacían los hijos de su pareja, una adolescente de 13 años y un joven de 21 con discapacidad, ambos con profundas lesiones cortantes en el cuello.
En grave estado permanecen internados en el Hospital Madariaga la pareja de Ferreyra, de 44 años, y su hermano de 50, también con discapacidad motora. La mujer presenta politraumatismo y heridas cortantes en el cuello, mientras que el hombre sufrió lesiones similares. Ambos se encuentran bajo estudios y con diagnóstico reservado.
El trasfondo de la tragedia
Fuentes policiales indicaron que el hecho habría ocurrido en la noche del domingo, aunque fue descubierto en la mañana de este lunes. En el lugar trabajaron peritos de Policía Científica, divisiones de la Policía de Misiones y el juez de Instrucción N° 6, Ricardo Balor.
La cuñada del presunto agresor, Paola Vieira, habló con la prensa y describió a Ferreyra como “muy loco de los celos, pero sin antecedentes de violencia física”. Según relató, su hermana “nunca tuvo nada con nadie, pasaba todo el día con sus hijos, les llevaba a terapia y a la iglesia”.
Vieira agregó que la pareja estaba atravesando una separación. “Ella se quería ir porque se cansó de vivir así, con acusaciones constantes. Él no quería separarse. Con mi hermano, que es discapacitado, se llevaba bien… por eso me sorprendió lo que hizo”, confesó.
Investigación en curso
La Policía continúa recolectando testimonios de vecinos y familiares para esclarecer los motivos que derivaron en el sangriento episodio. Hasta el momento, se sospecha que los celos y la negativa a aceptar la separación habrían sido el detonante de la masacre.
El barrio San Lorenzo amaneció consternado, con patrulleros y personal judicial en la zona, mientras la comunidad intenta asimilar la magnitud del horror ocurrido puertas adentro de una vivienda que hasta hace poco parecía tranquila.