Un choque frontal sacudió la noche santafesina y dejó una postal que nadie quiere ver: hierros retorcidos, ambulancias a contrarreloj y la tristeza flotando en el aire.
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Fue sobre la Ruta Nacional 11, a la altura de Nelson —a unos 40 kilómetros de la capital provincial—, donde un camión Scania y un colectivo de la empresa Santa Lucía chocaron de frente, dejando un saldo fatal de al menos tres personas fallecidas y 17 heridos.
El siniestro ocurrió pasadas las 22:30 del sábado, en el kilómetro 513 de la mencionada ruta. El colectivo trasladaba un tour de compras que había partido desde la Ciudad de Buenos Aires con destino a Resistencia, Chaco. Entre los fallecidos se encuentran los dos choferes del micro y un coordinador del viaje, todos ellos atrapados entre los fierros del vehículo tras el impacto.
Bomberos Zapadores y efectivos policiales trabajaron a contrarreloj para rescatar los cuerpos y asistir a los heridos, que fueron trasladados de urgencia a hospitales de Santa Fe, Esperanza, Laguna Paiva, Recreo y Nelson. El resto de los pasajeros, en su mayoría adultos que viajaban con el objetivo de hacer compras mayoristas en el norte, sufrieron lesiones de distinta consideración.
Respecto al camión, un Scania de gran porte, todavía no se conoce con precisión cuál era su hoja de ruta ni las circunstancias exactas que derivaron en el choque. Las autoridades trabajan sobre varias hipótesis, mientras los peritajes se llevan a cabo en la zona del hecho, que permaneció cortada varias horas por el operativo de emergencia.
Mientras familiares de las víctimas comienzan a llegar a los hospitales y se organizan los traslados desde Buenos Aires y Chaco, la tragedia vuelve a poner en el centro del debate el estado de las rutas nacionales y la seguridad en los viajes de larga distancia. Lo que debía ser una travesía para ahorrar y disfrutar, terminó en una noche de duelo y dolor.