Femicidio en Misiones: investigan la desaparición y posible asesinato de expareja de Mirta Rodríguez

El principal sospechoso fue indagado en Oberá pero se negó a declarar. En su casa encontraron pertenencias de la víctima. La familia teme lo peor y todo apunta a un crimen vinculado a la violencia de género.

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La justicia de Misiones avanza en una causa que ya conmociona a toda la provincia: la desaparición de Mirta Rodríguez, una vecina de Salto Encantado de 45 años, que fue vista por última vez el pasado 20 de mayo. Aunque aún se esperan los resultados forenses para confirmar oficialmente su fallecimiento, la hipótesis de un femicidio cobra cada vez más fuerza.

En el centro de la escena está Hugo R., un hombre de 42 años, expareja de Mirta y último en haberla visto con vida, según pudo reconstruir la investigación. El trabajador rural fue indagado este martes en el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá, pero —por recomendación de su defensa— se abstuvo de declarar. A pesar de su silencio, la causa avanza firme: ya fue imputado por femicidio.

El giro clave en el caso ocurrió días atrás, cuando se realizó un allanamiento en la vivienda del acusado, ubicada en una zona rural de Colonia Pindaytí, donde se encontraba trabajando en un yerbal. En el lugar, los investigadores encontraron el DNI de Mirta, una tarjeta bancaria, un pasaje de colectivo y otras pertenencias personales de la mujer desaparecida.

Ese pasaje terminó siendo una prueba determinante. Según las cámaras de seguridad de la zona, Rodríguez descendió de un colectivo en Colonia Pindaytí, y las imágenes confirman que el acusado la habría estado esperando en ese lugar. Desde entonces, no hubo más rastros de ella.

El hallazgo más perturbador llegó el miércoles pasado, cuando se encontraron restos humanos a la vera de la Ruta Provincial 9, también en Pindaytí. Aunque falta la confirmación oficial mediante estudios forenses, la familia de Mirta ya expresó su convencimiento de que se trata de ella. “Nosotros ya sabemos que es ella”, dijeron entre lágrimas a medios locales.

En paralelo, la fiscalía continúa con pericias clave: análisis genéticos, reconstrucción del trayecto de la víctima y el acusado, y entrevistas con testigos del entorno. Todos los caminos, por ahora, conducen a Hugo R., quien mantenía una relación conflictiva y violenta con la víctima, según relataron vecinos y allegados.

El caso vuelve a poner el foco sobre una problemática que no da tregua en el país: los femicidios y la violencia de género. Y mientras la justicia avanza con su proceso, una familia entera llora en silencio a la espera de respuestas que, en el fondo, ya conocen.