Boca sufrió, pero pasó: venció a Lanús por penales y está en cuartos

En una Bombonera repleta y cargada de tensión, el Xeneize empató 0-0 con Lanús y se impuso 4-2 desde los doce pasos. El público silbó, el equipo respondió, y Milton Giménez se vistió de héroe.

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Boca lo hizo. Con sufrimiento, con poco fútbol, pero con carácter. En una noche cargada de nervios, donde los murmullos desde las tribunas fueron tan protagonistas como la pelota, el Xeneize se metió en los cuartos de final del torneo Apertura tras vencer por penales a Lanús, luego de un 0-0 deslucido en los 90 minutos reglamentarios.

La Bombonera estuvo colmada, pero lejos de ser una fiesta, fue un hervidero. Los silbidos cayeron como lluvia sobre los jugadores y también sobre la dirigencia. El interinato de Mariano Herrón parece no alcanzar para calmar las aguas. Sin embargo, el equipo respondió en la definición desde los doce pasos y eso trajo algo de alivio.

El desarrollo del partido tuvo poco para aplaudir. En el primer tiempo, Lanús fue más incisivo: tuvo varias chances claras y hasta reclamó un penal que el árbitro decidió ignorar. Boca, en cambio, apenas mostró algo de peligro con un cabezazo de Belmonte.

Ya en el segundo tiempo, los jugadores salieron al campo sabiendo que la paciencia del hincha estaba al límite. Intentaron algo más, con una postura más ofensiva, pero la precisión brilló por su ausencia. El resultado, inevitablemente, fue el empate sin goles.

Entonces, todo se definió desde el punto penal. Y ahí, Boca se reencontró con su temple. Rojo, Zeballos y Alarcón marcaron con autoridad. Lanús descontó con Carrera y se puso 3-2. Todo quedó en manos (y pies) de Milton Giménez.

El delantero se paró firme. Le pegó fuerte, al medio. Losado llegó a tocarla, pero el destino tenía otros planes: la pelota rebotó y entró mansa. Gol y desahogo. Boca está entre los ocho mejores.

Ahora, el Xeneize espera rival: saldrá del cruce entre Independiente de Avellaneda y Independiente Rivadavia de Mendoza. En la Bombonera, Marchesín fue de los pocos que entendió el momento: al salir, les pidió calma a los hinchas.

Porque esto recién empieza, pero Boca sabe que no le sobra nada.