Posadas, Misiones – Después de un juicio que combinó pasajes de alta tensión con revelaciones estremecedoras, el ex diputado provincial Germán Kiczka fue condenado a 14 años de cárcel por tenencia y facilitación de material de abuso sexual infantil.



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Su hermano Sebastián, en tanto, recibió 12 años de prisión por hechos similares. Así lo resolvió este miércoles el Tribunal Penal N°1 de Posadas, integrado por los jueces Gustavo Bernie, Viviana Cukla y César Antonio Yaya (subrogante).
La apertura de la audiencia estuvo a cargo de los fiscales Martín Alejandro Rau y Antonio Glinka, quienes habían solicitado 15 años para Germán y 12 para Sebastián. “Se trata de un juicio histórico”, enfatizó Rau al presentar las pruebas: dos computadoras y un pendrive repletos de archivos con contenido de pornografía infantil, junto a las contradicciones en las que incurrió el ex legislador durante sus indagatorias.
Del otro lado de la sala, el defensor Gonzalo de Paula se ocupó de Germán, mientras que Eduardo Paredes y María Laura Alvarenga patrocinaron a Sebastián. Ambos equipos legales intentaron desdibujar la acusación. La defensa de Germán alegó “persecución política”, insistiendo en que el expediente formaba parte de un ardid para liquidar al único diputado opositor de la provincia. Sebastián, por su parte, buscó correr el eje: “Era yo quien utilizaba la computadora Acer. Quiero disculparme con mi hermano por meterlo en este embrollo”, se quebró en su primera declaración.
Pero la Fiscalía no aflojó. Glinka denunció la utilización de informes “truchos” por parte de las defensas y reclamó que se acuse de falso testimonio al diputado provincial Pedro Puerta y a Leonardo Kiczka, padre de los acusados, por supuestas falsedades en sus declaraciones. A lo largo de cuatro horas de alegatos, insistieron en que la cantidad y variedad del material –603 archivos de fotos y videos descargados entre el 2 de diciembre de 2023 y el 10 de enero de 2024, incluidos casos de zoofilia con menores– justificaban penas ejemplares.
La investigación arrancó el 16 de enero de 2024, cuando Tom Farrel, director de Innovación de la Coalición de Rescate Infantil, envió un correo a la Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas (Ufedyci). Gracias a la operación internacional “Guardianes de la Niñez”, coordinada con el IMEC de Estados Unidos, se rastrearon direcciones IP hasta el domicilio de los Kiczka en Misiones.
La mayoría de las audiencias se llevaron a cabo a puertas cerradas y sin público, para proteger la intimidad de las víctimas. Tras la etapa de pruebas y testimonios, la palabra pasó nuevamente a los acusados, quienes tuvieron su última oportunidad de exponer su versión. Luego, los jueces se retiraron a deliberar: tras tres horas, leyeron la sentencia.
Germán escuchó el fallo con gesto adusto. Apenas atinó a soltar un “no tengo nada que decir” cuando le anunciaron los 14 años de prisión. Sebastián, en cambio, bajó la cabeza y murmuró un tímido “acepto la pena” al conocer los 12 años que deberá cumplir.
Con las condenas ya firmes, los Kiczka ingresarán al sistema penitenciario de Misiones. El tribunal subrayó en su resolución el “daño irreparable” causado a los menores y la “gravedad institucional” de que un ex funcionario haya participado en estos delitos. Para Misiones, este veredicto no solo cierra un ciclo doloroso, sino que deja una señal clara: nadie está por encima de la ley, ni siquiera desde el sillón de la Legislatura.