Santo Domingo, República Dominicana – El dolor se volvió protagonista en la capital dominicana tras el colapso del techo de la discoteca Jet Set
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una de las más emblemáticas del país, que dejó un saldo escalofriante: 184 personas fallecidas y 155 heridas. La tragedia ocurrió en la madrugada del martes, durante una presentación del reconocido cantante de merengue Rubby Pérez, en medio de un apagón que sembró el caos.
Este jueves por la noche, el director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), general Juan Manuel Méndez, confirmó la nueva cifra de víctimas en una conferencia de prensa. “Seguimos con los traslados de heridos a distintos hospitales. La situación es crítica”, declaró.
Entre las víctimas fatales se encontraba la gobernadora de Montecristi, Nelsy Cruz, una figura política muy querida que estaba presente en el evento y falleció tras quedar atrapada bajo los escombros.
El presidente Luis Abinader no tardó en expresar su pesar y se hizo presente en las honras fúnebres de Cruz, donde también compartió palabras de consuelo para todas las familias afectadas. En un mensaje contundente, dijo:
“El país está de luto. Esta tragedia ha conmovido profundamente a los dominicanos y dominicanas de buen corazón y sensibilidad, que hoy lloran junto a las familias afectadas”.
Además, aseguró que desde el Gobierno están trabajando sin descanso:
“Estamos haciendo todo lo posible, brindando atención a los heridos para que puedan recuperarse, y acompañando con solidaridad y paz a quienes han perdido a sus seres queridos”.
El mandatario decretó tres días de duelo nacional, que culminan hoy, en homenaje a las víctimas de esta tragedia que golpea fuerte al pueblo dominicano.
Un ícono de la noche dominicana
La discoteca Jet Set no era un boliche más. Funcionaba desde hace más de 50 años y se convirtió en un símbolo de la vida nocturna de Santo Domingo. Cada semana, el legendario “lunes bailable” reunía a miles de personas que disfrutaban de shows de artistas de renombre internacional.
La caída del techo —que se produjo repentinamente tras un corte de energía— dejó atrapadas a decenas de personas que se encontraban bailando y celebrando. El derrumbe fue tan violento que las tareas de rescate se extendieron por horas, entre gritos, lágrimas y escombros.
Mientras las autoridades investigan si hubo negligencia en el mantenimiento del edificio, el país entero busca respuestas y consuelo en medio del dolor.