Brasil enfrenta una crisis hídrica sin precedentes: en solo un año perdió 400 mil hectáreas de agua

Brasil atraviesa una de las crisis hídricas más severas de su historia, con una alarmante reducción de sus reservas de agua dulce.

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Según un informe de la red colaborativa MapBiomas, en apenas un año el país perdió 400 mil hectáreas de superficie de agua, lo que equivale a casi tres veces el tamaño de la ciudad de São Paulo, la más grande de América Latina.

Un panorama preocupante

El estudio revela que en 2024 la superficie de agua de Brasil se redujo en casi un 4% respecto al promedio de los últimos 40 años, afectando ríos, lagos y lagunas en casi la mitad de los municipios del país.

El cambio climático ha sido un factor clave en este fenómeno, con alteraciones en los patrones de lluvia y sequías más prolongadas. Juliano Schirmbeck, coordinador técnico de MapBiomas, advierte: “Hoy hablamos de una emergencia climática que está cambiando los patrones de lluvia en todo Brasil”.

Las sequías extremas han golpeado especialmente a la Amazonía, reduciendo su extensión, pero el impacto más severo se ha registrado en el Pantanal, donde la sequía prolongada y los incendios han provocado una pérdida del 61% de su cobertura de agua en comparación con la media histórica.

Ríos en riesgo y un cambio alarmante en la distribución del agua

La crisis también golpea a regiones densamente pobladas. En la zona metropolitana de Belo Horizonte, el Río das Velhas, que abastece al 45% de la población local, ha visto reducido su caudal debido a la combinación de factores como la deforestación, la urbanización desordenada y la minería. “Esta reducción se debe a la impermeabilización del suelo, la especulación inmobiliaria y la actividad minera, que afectan directamente al caudal del río”, explica Poliana Valgas, presidenta del Comité de la Cuenca Hidrográfica del Río das Velhas en Minas Gerais.

Otro dato alarmante es la transformación de la fuente de agua en Brasil. Según MapBiomas, en el Cerrado, hace 40 años, más de la mitad del agua provenía de fuentes naturales como ríos y lagunas. Hoy, la situación se ha invertido: la mayor parte de la superficie hídrica proviene de reservorios artificiales creados para la generación de energía, la agricultura y la minería.

“Existe el mito de que Brasil tiene agua abundante, pero esta realidad está cambiando, y es necesario prestar mayor atención a esta problemática”, advierte Schirmbeck.

Un llamado urgente a la acción

Frente a esta crisis, expertos insisten en la necesidad de tomar medidas urgentes para la preservación de los recursos hídricos. Marcus Vinícius Polignano, vicepresidente del Comité de la Cuenca del Río São Francisco, enfatiza: “Si queremos garantizar la sostenibilidad del agua para nosotros y para las futuras generaciones, debemos actuar ahora con políticas que realmente tomen en cuenta las restricciones que ya estamos enfrentando”.

MapBiomas, la organización detrás del informe, es una iniciativa que reúne universidades, ONG y empresas tecnológicas para mapear los cambios en la cobertura del suelo y el uso del agua en Brasil. Sus estudios son fundamentales para entender el impacto del cambio climático y orientar políticas públicas que protejan los recursos hídricos del país.

Con el agua en retroceso y un clima cada vez más impredecible, Brasil enfrenta un desafío monumental que requiere respuestas inmediatas y un cambio de paradigma en la gestión de sus recursos naturales.