Un nuevo hecho de violencia extrema volvió a sacudir a Bernardo de Irigoyen, localidad fronteriza que parece estar en el centro de una escalada narco y criminal cada vez más cruda.
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Esta vez, la víctima fue un hombre identificado como Jorge “Koki” Ferreyra, conocido en el barrio Vista Alegre como «El Coqui» o «El Ubre», quien fue acribillado a balazos dentro de una vivienda donde trabajaba como sereno.
El crimen ocurrió el domingo por la noche, alrededor de las 22:50, en una casa ubicada sobre calle Polonia, y dejó una escena digna de guerra: 26 vainas servidas, 9 proyectiles recuperados y múltiples impactos en las paredes.
💥 Un ataque directo y planificado
Según fuentes policiales, el propietario del lugar, Mauro V. (43), fue quien dio aviso al 911 luego de escuchar el paso de una motocicleta frente a su domicilio y una ráfaga de detonaciones. Al salir, encontró a su sereno tendido en el suelo, sin signos vitales.
Cuando los efectivos de la Comisaría local ingresaron, hallaron el cuerpo en posición de decúbito dorsal, con una herida de entrada por arma de fuego en la zona infraescapular izquierda y una de salida a la altura del tórax.
La División Policía Científica y el médico policial constataron la muerte en el lugar, y luego procedieron al levantamiento de 26 vainas y 9 proyectiles calibre 9×19 mm. Todo indica que se trató de un ataque sicario llevado a cabo con al menos dos armas automáticas.
📹 Cámaras y sospechosos
Gracias al aporte de vecinos, se pudo acceder a imágenes de cámaras de seguridad, donde se observa a dos personas a bordo de una moto roja, que serían los autores del crimen. Hasta el momento, no hay detenidos, y la identidad de los atacantes sigue siendo materia de investigación.
💣 Un antecedente explosivo
Lo más preocupante es que no es la primera vez que esta propiedad sufre un ataque. El pasado 17 de julio, personal de la División Bomberos de la Unidad Regional XII encontró en el mismo domicilio una granada FM-K2, sin tren de fuego activo pero con el pasador asegurado con alambre, lo que indicaría una clara intención intimidatoria o tentativa de daño.
Esa amenaza no fue un simple aviso: semanas después, el mismo lugar fue escenario de un homicidio brutal.
⚖️ La causa avanza, la impunidad también
Por orden del juzgado interviniente, el cuerpo fue trasladado al centro forense para la correspondiente autopsia. Mientras tanto, la División Investigaciones sigue con pericias, recolección de pruebas y análisis de cámaras, sin descartar que ambos hechos —la granada y el asesinato— estén directamente vinculados.
Bernardo de Irigoyen, una zona donde la frontera arde y la justicia tarda, vuelve a ser noticia por sangre y muerte. Los vecinos, entre el miedo y la resignación, se preguntan:
¿Quién sigue? ¿Y hasta cuándo?